En público apenas se ha utilizado el argumento por parte de la plantilla y del cuerpo técnico, pero en privado sí se habla mucho de la trampa que ha deparado el calendario para el Zaragoza, que va a recibir durante la mayor parte de la Liga a los rivales que dejan Barcelona y Valencia, lo que supone enemigos que casi siempre llegan con urgencias y enrabietados con dos malos resultados consecutivos. Sin ir más lejos, hoy el Athletic espera después de perder con los azulgrana (1-3) y con los valencianistas (2-1).

El Barça es el actual campeón de Liga, uno de los grandes de Europa y una referencia futbolística mundial, y el Valencia va como una moto, aunque ayer tropezara en el Camp Nou y sumara su primera derrota. La conjunción de ambos factores supone un perjuicio claro para el Zaragoza. El Racing comenzó la Liga con dos derrotas --Barça (0-3) y Valencia (1-0)-- y llegó a la tercera con la urgencia por ganar. Lo hizo ante el cuadro zaragocista, por 2-0.

El Atlético superó por la mínima a los de Gay tras caer en casa ante los culés (1-3) y empatar en Mestalla (1-1). Es decir, dos partidos sin ganar. El Sporting había perdido esos dos encuentros --Barça (1-0), Valencia (0-2)-- cuando arribó a La Romareda. Y sacó un punto. La ligera excepción la representó el Hércules, que dio la machada en el Camp Nou, donde ganó, aunque cayó con los valencianistas en casa (1-2), antes de venir a Zaragoza, donde empató. El calendario depara ahora un pequeño descanso en esa trampa para los zaragocistas, a los que les toca medirse con Barça, primero, y Valencia, en Mestalla, después. Pero en la undécima jornada se retoma la peligrosa senda que acompaña el discurrir de la temporada para los zaragocistas, ya que el Sevilla llegará al feudo aragonés tras haber acudido al Camp Nou y haber recibido a los de Emery.