El CAI Aragón sumó ayer un importante triunfo en Logroño (22-25) gracias a su buen comienzo de partido, en el que superó con ritmo y acierto al Naturhouse, al que obligó a jugar siempre a remolque gracias a la capacidad anotadora de Larsson y Lozano.

A pesar de que el equipo riojano tuvo buenas fases de juego y de que el conjunto aragonés bajó mucho su ritmo en el segundo tiempo, el hecho de no poder ponerse por delante en ningún momento marcó demasiado al Naturhouse, muy nervioso debido a que el partido era considerado una especie de final para ambos, rivales directos en la lucha por el quinto puesto.

El CAI supo leer el partido mucho antes que el Naturhouse y eso le dio un importante rédito, que fue determinante. Demetrio Lozano y Fredik Larsson jugaron el primer periodo con libertad total en ataque, tanto la que les concedió su entrenador para jugarse cualquier lanzamiento como la que les dieron los defensas riojanos, incapaces de anticiparse a sus disparos. El acierto de ambos, que anotaron 11 de los 14 primeros goles de su equipo, condicionó el partido, ya que obligó al conjunto local a jugar muy forzado para remontar.

El equipo local inició el segundo tiempo con dos goles de desventaja (12-14), ante un CAI que no encontraba con facilidad a sus lanzadores, por lo que optó por ralentizar el partido y ajustar más su defensa ante un Naturhouse cada vez más precipitado en ataque.

Así, sin hacer mucho por ello, el CAI se volvió a encontrar cómodo (15-19), más por demérito de su rival que por iniciativa. El descenso de ritmo se notó y el Naturhouse volvió a acelerar el choque para aprovecharlo, lo que le valió para colocarse de nuevo a dos goles (20-22) a seis minutos y medio del final. Pero esa distancia fue insalvable para el equipo de Logroño, que acabó siendo víctima de su propia prisa ante un rival que mereció la victoria desde el primer minuto.