Inacabado, con prisas de última hora, pero Corea del Sur realza su estreno como juez de la maravillosa pelea que mantienen Mark Webber, Fernando Alonso, Sebastian Vettel, Lewis Hamilton y Jenson Button.

Fue en Estoril-86 cuando Bernie Ecclestone inauguró su tradición de unir en una foto a los pretendientes a la corona. Nigel Mansell, Nelson Piquet, Alain Prost y Ayrton Senna protagonizaron aquella instantánea. Ayer, 24 años después, los herederos de aquella lucha se abrazaron antes de la gran pelea. "¿Descartados los McLaren? Una victoria de cualquiera de ellos y un abandono de Webber les mete de lleno en la lucha", reflexionó el español Fernando Alonso, el único que tiene dos títulos en su vitrina. "Si estoy en el podio aquí y en Brasil, llegaré a Abu Dabi con opciones", calculaba. Pero se antoja poco botín frente a los 14 puntos de ventaja del líder. Podio, sí, pero "tendría que acabar por delante de Webber", añade el piloto español de Ferrari.

El abandono es lo que todos temen. Solo Webber se lo pude permitir. "Tenemos que correr con cierta tranquilidad, porque un abandono sería decir adiós al título", confirmó Alonso. Así, el piloto español, inmerso de lleno en la pelea por el título, jugará sus bazas con cierta cautela aunque sin dar demasiada ventaja a sus rivales. Lo que queda claro es que la pelea por el titulo está servida y habrá mucha emoción.