No hubo posibilidad de puntuar para el Real Zaragoza, que se vio maniatado durante todo el partido por un equipo turolense muy concentrado, que llevó el peso del juego en todo momento.

Al poco de comenzar el partido, Morales finalizó un pase de Míchel Sanz, que a su vez había sido asistido por Reche con un envío en profundidad.

A la media hora de juego, una internada de Fonsi por la banda izquierda fue truncada con falta por un defensa zaragocista, dentro del área. Míchel Sanz transformó desde los once metros, cerrando una victoria que nunca corrió peligro para el Andorra.