El balón salió desde la esquina de las manos de Van Rossom, rebotó en el aro, tocó el cristal y volvió a caer con el tablero encendido, advirtiendo que sería entonces o nunca, para acabar entrando y dando una victoria histórica al CAI Zaragoza en la prórroga, en el Palau, frente al Barcelona. La canasta final del base belga fue el colofón perfecto a un partido bien jugado por el equipo aragonés, que tuteó a su rival, no se vino abajo en ningún momento y forzó el tiempo extra con un triple estratosférico de Paolo Quinteros. Bien asentado en defensa todo el encuentro, con todos los jugadores sumando cosas positivas, el CAI se llevó el segundo triunfo de la temporada.

La intensidad defensiva fue una constante desde el primer cuarto. Además, el CAI supo surtir de balones a sus interiores para tomar las primeras ventajas que obligaron a Xavi Pascual a pedir tiempo muerto y a cambiar a cuatro de su quinteto inicial. El Barcelona tuvo un par de momentos en los que parecía despegar en el marcador, pero no llegó nunca a los diez de ventaja.

Excepto Chubb, que sigue pareciendo desorientado en ataque, el resto cumplieron con su papel. Barlow se ha destapado como anotador, Hettsheimeir se impone bajo el aro, Quinteros puede ser decisivo, Van Rossom se va asentando con el paso de las jornadas y Cabezas ya asoma desde el banquillo. El Barcelona, incapaz de despegarse de su rival, tuvo que recurrir a Navarro y al mejor Mickeal, pero ni aun así. El CAI Zaragoza siguió a lo suyo y se llevó un triunfo histórico.