Ferrari sale del negro túnel

El bicampeón español muestra su satisfacción al ver que Maranello ha reaccionado a tiempo para luchar por el título de F-1

M. M.

Ni siquiera se mostró enfadado por la estrategia. "Si hubiéramos aguantado más en pista quizá hubiéramos regresado por delante de Rosberg o Webber". Fernando Alonso es consciente de la dificultad de improvisar con los actuales neumáticos. "Nadie podía esperar que podías marcar vuelta rápida en el giro 30 con los superblandos". No quiere superdecisiones en el muro, simplemente que no haya errores de bulto, que no le quiten lo que se gana en la pista. Así se ha situado líder del Mundial. Con eso y con una reacción del equipo capaz de mejorar un coche que apenas podía entrar en la Q-3 durante las primeras carreras.

"Mónaco es difícil en cuanto a gestión de tráfico. Pudimos adelantar a Hamilton gracias a una magnífica gestión del equipo. Nuestro objetivo era acabar por delante de Vettel y Hamilton para mantenernos en la lucha por el campeonato", dijo el asturiano. "Vamos carrera a carrera, por lo que será interesante ver lo que ocurre en el resto de la temporada con un desarrollo continuo del coche", aseguró un precavido Alonso respecto a la temporada. También reconoció que tras el ligero contacto en la salida con Romain Grosjean pensó "que el coche estaba dañado". "La salida ha sido fantástica, estaba paralelo con Grosjean mientras pasaba a Hamilton, he puesto el coche en medio de ellos y creo que me he tocado con Romain y tras éste toque él ha hecho un trompo, hemos tenido suerte por no golpear el coche y hemos podido aprovecharlo", comentó respecto al accidentado inicio de la carrera, en el que el asturiano partió en quinto lugar.

Con los ojos en Canadá

"No estaremos contentos hasta que no seamos los más rápidos, y no lo somos", dice Pat Fry, jefe técnico de Ferrari. En su mejor clasificación, haciendo vueltas perfectas, Alonso solo ha podido ser cuarto en Barcelona, y quinto, en Mónaco. "Los sábados es cuando se mide la velocidad pura de un coche", dice su ingeniero Andrea Stella. Y, en Mónaco, ese coche era el Mercedes. "Teníamos el coche más rápido, pero Webber no me dio opción", confesó Rosberg. El objetivo de Ferrari es llegar a ese nivel. "Antes peleábamos por pasar a la Q2 y ahora tenemos a los dos coches cómodamente en la Q3. Estoy contento por la dirección que llevamos desde las mejoras que introdujimos en Mugello. Ya no es como al principio, cuando teníamos evoluciones que no siempre funcionaban y andábamos perdidos. Aún no somos los más rápidos, pero estoy contento con la dirección que parece tomar todo. Ahora, lo que ponemos en el coche parece que funciona", explica ilusionado el asturiano.

El túnel del viento de Maranello ya funciona, el trabajo se ve en la pista y, en Canadá, Ferrari estrenará otro paquete de evoluciones, incluidos alerones delantero y trasero nuevos. "Barcelona era un circuito con curvas rápidas, este de Mónaco no se puede tener en cuenta, pero Canadá es un estilo diferente, con muchas rectas, frenadas... Si vamos bien en Canadá, podemos ser optimistas".

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