Tótum revolútum en el Zaragoza

SERGIO Pérez, Jefe de deportes de El Periódico de Aragón

Que al Real Zaragoza hay que meterlo en una batidora, agitarlo y cambiarlo de arriba a abajo es una obviedad y una necesidad inaplazable. La reivindicación popular mayoritaria, prácticamente unánime y manifestada de todas las formas posibles, ha sido que esa transformación empezara por la venta del paquete accionarial de Agapito Iglesias. Pero en ese punto con la iglesia hemos topado. Ante la determinación de no vender su burra, a pesar de haberle colgado el cartel de Se traspasa, el dueño de la sociedad anónima se va a ver obligado a actuar, a hacer cosas, reestructuraciones y movimientos, aunque solo sea para limpiar su mala conciencia y convencerse a sí mismo cada mañana frente al espejo.

La renovación pactada con Jiménez será el primer paso, pero habrá más. Moisés García León, exjugador, es uno de los nombres elegidos para integrar la comisión de nueva creación. Allí también estará Cuartero, que dará un salto hacia arriba. A su vez, Agapito le ha ofrecido la dirección deportiva a Emilio de Dios, exresponsable de esa parcela en el Sporting. Y mientras tanto Antonio Prieto, su principal cómplice en esta película de terror, medita si hacerle caso a su propia palabra e irse, como este año ha vuelto a pregonar por las esquinas, o desdecirse otra vez a sí mismo y seguir riéndole las gracias al diablo. Herrera también dejará su cargo, aunque hace ya mucho que no estaba ni era responsable de nada. Y el propietario busca además un ejecutivo para dirigir el día a día. Este es el tótum revolútum que viene. Con Agapito de por medio. El lío está asegurado.

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