"Nosotros estamos al límite, no podemos recortar más", dicen tanto Diego Carreras, del CV Zaragoza, como Pepe Arbués, presidente del CH Jaca, que exponen cuál es la realidad de mínimos que viven sus clubs, ambos en la élite, los altoaragoneses campeones de Liga y Copa. "Hay unos gastos mínimos que no pueden reducirse, los viajes, los gastos federativos, de arbitraje... Esta temporada no tenemos casi nóminas en la plantilla, viajamos a Almería en el día en un coche y una furgoneta, cuando vayamos a Ibiza este fin de semana tendremos que ir en coche, dejarlo en El Prat para ahorrar el parking, ir, jugar y volver. Para nosotros recortar más supondría que no podemos viajar", relata Diego Carreras. Para el 2012 han recibido 112.800 euros y esta temporada su participación en la Superliga estuvo en el aire hasta el último momento. Siguen negociando la llegada de patrocinador.

"No somos un club profesional, somos amateurs. Somos profesionales en tanto que los jugadores se entrenan cinco días a la semana, pero este año tenemos 17 fichas cuando lo normal sería tener 25, solo tiene nómina el único jugador extranjero que tenemos en la plantilla y tenemos que mantener 11 equipos de hockey hielo, el patinaje artísitico y el curling", enumera Pepe Arbués, presidente de uno de los clubs más laureados de Aragón, el CH Jaca. De poco le han servido los títulos. Este año han tenido que renunciar a la competición europea, lo que ha supuesto también la pérdida de 7.000 euros de la DPH y se han quedado sin Aramón como patrocinador principal. Para esta temporada han reducido su presupuesto un 40%, pasando de 300.000 euros a 180.000. El Gobierno de Aragón les asignó 65.800 euros.

Como Carreras, Arbués coincide en que no puede meter más la tijera en las cuentas. "Las fichas, tanto de los jugadores de base como de los sénior, cuestan 110 euros por jugador. Antes de empezar la temporada, de poder siquiera generar dinero, hacen falta 18.000 euros. Nuestros equipos no juegan en la provincia, tienen que desplazarse a Puigcerdá, Madrid, Burdeos... con el consiguiente gasto de autobús. Cada stick cuesta 120 euros y cada jugador gasta unos cinco o seis por temporada, así que multiplica...".

No son los únicos casos. La Escuela de Waterpolo de Zaragoza tampoco puede pagar una nómina a sus jugadoras, aunque cuente en sus filas con una subcampeona olímpica, el BM Aragón y el BM Huesca viajan siempre en autobús --lejos quedaron los tiempos del AVE-- y en el día cuando es posible. Ha habido también casos más drásticos, como el del Mann Filter y el del FS Zaragoza 2002, que han dejado de competir en la élite. Es lo que temen que les ocurra más pronto que tarde los que aún sobreviven si sus arcas continúan ingresando cada vez menos euros.