En el 2005 llegó a Badalona un chaval muy alto, muy rubio y muy delgado. "Era el final de la temporada y vino a probar porque su representante nos había hablado de él. Era muy delgado, con mucha falta de recursos técnicos, pero se veía un físico interesante, con capacidad de crecer tanto en altura como en volumen muscular y, sobre todo, una persona muy inteligente y con muchas ganas de trabajar". Y el Joventut de Badalona fichó a Henk Norel. Lo explica Jordi Martí, el director de la cantera verdinegra.

Casi ocho años después, Norel sigue siendo muy alto, muy rubio, ya no está tan delgado, tiene más músculo, y vive el mejor momento de su carrera en el CAI Zaragoza. El domingo completó en Barcelona su mejor partido en la ACB. Jugó 30 minutos, anotó 25 puntos, capturó 3 rebotes, recibió 6 faltas y sumó 28 puntos de valoración. La anotación y la valoración son sus topes en la Liga Endesa.

"Me ha sorprendido. Sabíamos de su calidad, pero no pensaba que iba a alcanzar este nivel tan pronto y, lo que es más difícil, que iba a mantenerlo", explica Joaquín Ruiz Lorente, ayudante de José Luis Abós, que desgrana las razones del salto cualitativo de Norel desde que viste de rojo. "Creo que se debe a tres factores. Uno es personal. Ha llegado a un club que ha apostado por él y él muestra día a día una predisposición extraordinaria para el trabajo. Otro factor es José Luis. Le hace sentirse importante, le ha dado la titularidad y el equipo busca situaciones de juego a través de él, lo que redunda en su confianza. Y el tercero es el trabajo diario de Isaac López. Ha conseguido más piernas, un desplazamiento lateral más rápido y una mayor capacidad aeróbica". Y Norel sigue trabajando en mejorar su tiro exterior, el tiro libre y la defensa.

Invertir una debilidad

Por el camino, dos años en el Prat, otros dos a caballo entre el vinculado y el primer equipo, el salto a la ACB y una grave lesión de rodilla. "Sus dos temporadas en el vinculado con Carles Durán fueron clave. Allí tuvo la suerte de jugar junto a Pau Ribas y los dos mejoraron mucho en el pick and roll, crecieron juntos en la edad correcta y siguieron el camino adecuado", explica Martí. El Joventut quiso renovarle, pero ya no pudo retenerle.

Una de las señas de identidad de Norel es el gancho. Con la izquierda, con la derecha y, con su altura, un recurso realmente difícil de contrarrestar. Y difícil de ver, al menos en la ACB. "Es una marca de Carles Durán", dice Jordi Martí. "Es verdad que potenciamos ese gesto, pero es de Henk", explica el propio Durán. "Cuando llegó a Badalona creo recordar que pesaba 88 o 90 kilos, en ese momento su físico era débil y en la Liga EBA lo sacaban de la pista. Buscábamos un gesto con el que pudiera sacar ventaja de esa inferioridad. Le fue muy bien y le va muy bien con ese gancho que es un fundamento que realizan muy pocos jugadores", indica el exentrenador de Norel.

Durán fue su técnico en el EBA y después como ayudante del primer equipo del Joventut. "En Badalona por desgracia no hemos podido ver al mejor Norel de forma continuada por culpa de las lesiones", indica el preparador, que formó parte de los que decidieron su fichaje. "Estuvo probando cuatro o cinco días. A Aíto le gustó mucho, a los tres minutos de verlo dijo que había que ficharlo", recuerda. Y Norel llegó a jugar de tres en la Liga EBA para mejorar su técnica individual, ganó 18 kilos en dos años, trabajó y trabajó para mejorar, para recuperarse de sus lesiones de rodilla y acabar convirtiéndose en un jugador determinante en el CAI Zaragoza.