Los responsables del Real Zaragoza tienen ahora mismo la duda de cambiar o no de entrenador para buscar la reacción del equipo cuando solo restan diez jornadas para finalizar la Liga de Primera División. Las últimas dos veces que el club aragonés ha cambiado de inquilino en banquillo en el mes de marzo el Zaragoza ha terminado descendiendo de categoría. En ambos casos, no obstante, ya se había producido alguna destitución por medio antes de ese relevo, lo que no sucedería en estos momentos si se prescindiera de los servicios de Jiménez en lo que resta de este mes.

En la campaña 2001-2002 el 26 de marzo del 2002 se produjo el relevo en el banquillo de Marcos Alonso por Luis Costa, que presentó la dimisión después de haberse hecho cargo del equipo el 22 de enero (21ª jornada) de ese mismo año tras la destitución de Txetxu Rojo. Alonso cogió las riendas del Real Zaragoza faltando siete jornadas de Liga y no pudo lograr ninguna victoria. Tras cosechar cuatro empates y tres derrotas, el Zaragoza finalizó la temporada descendiendo a la categoría de plata del fútbol español.

La historia se repitió en la campaña 2007-2008. Entonces Manolo Villanova sustituyó a Javier Irureta el 4 de marzo del 2008. Esa temporada empezó como entrenador Víctor Fernández, que luego dejaría el puesto en enero a Ander Garitano, quien, tras dos partidos, uno de Copa y uno de Liga, presentó la dimisión y fue contratado Irureta. El veterano técnico vasco también aguantó poco tiempo y faltando 12 jornadas de Liga se hizo cargo del equipo Villanova. Este último mantuvo vivo el sueño de la permanencia hasta la última jornada del campeonato, pero al final se consumó el descenso con la derrota sufrida en campo del Mallorca (3-2).

En la actualidad Manolo Jiménez, que la temporada pasada consiguió la permanencia del Real Zaragoza casi de forma milagrosa, vive su peor momento como entrenador del cuadro aragonés, pero todavía parece que tiene crédito.