El centrocampista del Real Zaragoza Stefan Babovic se ha mostrado satisfecho por poder estar a las órdenes de Manolo Jiménez para el partido contra el Real Madrid después de que el Comité de Competición le retirase una de las dos tarjetas amarillas que le costó la expulsión ante el Sevilla.

"Estoy muy contento por la retirada de la tarjeta amarilla. El árbitro me expulsó muy fácil", ha manifestado antes del comienzo de la primera sesión de entrenamiento del día, ambas a puerta cerrada, que va a realizar el equipo aragonés.

Babovic ha reconocido las urgencias que persiguen a su equipo después de once jornadas consecutivas sin conocer la victoria. "Ahora necesitamos los tres puntos, sea contra el Real Madrid o el Deportivo. Cada partido para nosotros es una guerra y lo sabemos", ha dicho.

A pesar de la delicada situación en la que se encuentran, ha asegurado, porque "odio las mentiras", que los jugadores zaragocistas son "conscientes del momento en el que estamos" y de lo que se están jugando.

"Estoy sorprendido porque el ambiente todavía es muy positivo y en el vestuario no hay ningún tipo de problemas", ha insistido.

Babovic ha insistido en que no atraviesan un buen momento y por eso lo que quieren conseguir los próximos partidos es "sacar puntos y no jugar bonito" y personalmente ha afirmado que tiene "ganas y aptitud para trabajar con el equipo que lo necesita".

También ha asumido la parte de culpa que el correspondía por la expulsión ante el Sevilla por una segunda amarilla en la que "recorté mal", en un partido en el que trató de arriesgar pero no por "ansiedad" en una zona del terreno de juego en la que sabe que no se puede hacer.

No obstante y tras pensar que no entraba en los planes de Manolo Jiménez, del que ha dicho que tras su expulsión "se ha portado muy bien" a la vez que ha afirmado que "ahora cuenta conmigo y lo tengo claro, es una alegría para mi porque antes lo decía pero no se veía".