--Once jornadas sin ganar y solo dos puntos con el descenso. Como mínimo, preocupado, ¿no?

--Preocupación la hay desde el inicio, porque este campeonato es muy competitivo. Sabíamos que estábamos en ese grupo de ocho o diez que tienen como primer objetivo seguir en Primera. En ello estamos.

--Era difícil prever esto tras aquella victoria en San Mamés antes de Navidad. Cualquier zaragocista no se lo habría creído.

--También a ese zaragocista si se le hubiera comentado al inicio de Liga que tras ganar en Bilbao estaríamos en una situación tan cómoda le habría llamado la atención. Cabe, pues, que un equipo que no es ahora de los punteros de la Liga atraviese situaciones, rachas, una buena y otra peor, o muy mala.

--Y larga. Insisto, 11 partidos.

--No le puedo llevar la contraria, el hecho es contundente. En algún momento se tiene que romper esa racha. Imagino que será en la próxima jornada.

--No es el Madrid el mejor rival.

--Bueno... ¿por qué no?

--¿Cómo vive esta crisis?

--Con templanza, con análisis de las causas, que es obligado hacerlo, y valorando y viendo un caminar global del Zaragoza en estas últimas temporadas. De ahí que no puede ser una alarma grande encontrarnos 2 puntos por encima del descenso. Veo que la afición ha madurado muchísimo, que valora y apoya al equipo como no me podía ni imaginar, aunque ahí influye el sufrimiento de los últimos años.

--La diferencia con los cursos anteriores es que el equipo viene ahora de caída y no en reacción.

--Entonces, ¿qué hay que hacer? ¿Perder los tres primeros partidos y empezar siempre desde abajo? (Sonríe) Lo entiendo, pero si se analiza más profundamente también es mejor nuestra situación que la del Deportivo o la que teníamos la temporada pasada a estas alturas.

--El Zaragoza tiene motivos para sentirse perjudicado por los árbitros. ¿Cree que ese perjuicio es accidental o tiene un fondo último, una explicación?

--Hay estadísticas que así refrendan ese perjuicio. Pero no creo que haya un fondo, una causa de ello. Al 100% estoy seguro de que no es así, que es solo accidental.

--Enero fue un mes clave, donde empezó la caída. ¿No se debió reforzar al equipo al principio de ese mes y no al final para evitarla?

--A toro pasado quizás ese análisis sea certero, pero habíamos hecho una primera vuelta con esa plantilla y sin los refuerzos y el equipo dio un buen nivel. La esperanza es recuperar ese nivel.

--Dejar todo para el final en los fichajes es habitual con Agapito. Usted no ha cambiado eso.

--Bueno, solo llevo un año aquí. Cada club se maneja como puede con los recursos y en la mayoría se espera hasta el final, en esas negociaciones y tiras y aflojas. En el Espanyol, por ejemplo, la forma de trabajar allí es casi igual.

--Llegaron cinco futbolistas en enero. Manolo Jiménez dijo que no son refuerzos, solo fichajes. ¿Qué le parece que afirmara eso?

--Al entrenador hay que respetarlo siempre porque soporta mucha presión y, esté o no de acuerdo, respeto lo que diga.

--Pero de los cinco, solo Rochina es titular y no lo fue en Sevilla.

--También se ha ganado un fondo de armario importante. Hay un once que ha funcionado y esos refuerzos están ahí. Veremos qué sucede de aquí al final, los que han sido válidos o no. Es prematuro hacer un balance sobre los fichajes de enero.

--Sin 'Zucu', lesionado, con Aranda en Granada... ¿La plantilla es mejor ahora que en diciembre?

--Esa valoración le correspondería a Cuartero, que es el secretario técnico, pero creo que la plantilla mejoró tras el mercado de enero.

--Hubo un plazo extra por Zuculini y Álamo y se ha agotado.

--Es que es un mercado muy cerrado, difícil, solo para jugadores que están en España. Hemos trabajado en ello pero traer algo que mejorase no era nada fácil.

--¿Qué pasó con Míchel?

--Se intentó su fichaje. Parece que el chico se encuentra muy a gusto en el Getafe y que no tiene muchas ganas de jugar, porque no lo está haciendo. Hay futbolistas que están locos por salir y tener minutos y él decidió que quería seguir. Es respetable.

--El entrenador habló de informadores que le habían aconsejado no venir, de que se quitaran las caretas. ¿Qué le parece?

--Me imagino que fue un mensaje a alguien de fuera y no quiero entrar a valorar, porque tampoco tengo claros todos los conceptos. Si supiera a quién se refiere, no es un tema mío. Es su análisis y hay que preguntarle a Manolo.

--¿Cómo ve a Jiménez?

--Hemos hablado, como siempre. Lo veo entero, bien, con fuerza.

--¿No está nervioso?

--En absoluto.

--En las últimas ruedas de prensa ha apuntado directamente a jugadores. ¿No es una mala señal?

--He conocido un montón de entrenadores. Cada uno tiene su apartado de comunicarse. Eso son connotaciones de cada entrenador, él sabe mejor que nadie los mensajes que debe dar y el modo. No lo veo eso como una muestra de nervios, en absoluto. Es su forma de trabajar, solo eso.

--¿Hay ultimátum ante el Madrid?

--La verdad es que no tiene ninguno. Ninguno. Por quitarnos la presión, por evitar críticas a la cúpula, no vamos a prescindir de algo que a día de hoy creemos que es válido. Creemos en Manolo, en que tiene fortaleza, templanza y una capacidad demostrada. Y estamos con él a muerte.

--¿Pone la mano en el fuego de que terminará la temporada?

--¿Puede ponerla usted de que el 30 de junio estará en su trabajo?

--Esa no es la pregunta...

--Mire, el club está contentísimo con el entrenador y tiene confianza ciega en él. Lo que venga, nunca se sabe. Lo que sí parece es que la temporada va a terminarla el entrenador. Estoy convencido.

--¿La figura de mánager que tiene el entrenador ha condicionado la libertad de movimientos del club con él durante esta crisis?

--No ha condicionado nada. Él es más que un entrenador porque tiene muchas ganas de trabajar, por eso también ha estado en la configuración del engranaje técnico. Otro técnico de otro perfil habría sido invitado a ello y no lo habría hecho. Que ocupe el primer puesto en la secretaría técnica es lo de menos, porque se trabaja en equipo. Para mí no ha sido todo eso un impedimento, sino una ayuda, un valor añadido.

--¿Le molesta que regularmente él siga sacando lo de ir a Europa? Usted habló de ello en julio.

--No me siento aludido y me da igual. Cuando hablé de eso en verano lo hice de manera genérica y él lo utiliza como un argumento suyo. Ni me inmuta, ni me molesta, nunca lo ha hecho.