"Si tú me dices ven, lo dejo todo". Eso debió de pensar Ronaldo para decidir meterse los 1.639 kilómetros que hay entre Tel Aviv, donde Portugal empató con Israel (3-3), hasta Bakú, la capital de Azerbaiyán. Allí, Cristiano no podrá ayudar a su equipo en el césped por estar sancionado, por lo que su labor será la del líder que arengue a unos jugadores que están contra las cuerdas tras el fiasco ante el combinado israelí.

Un minuto después de que Israel marcara el 3-1 ante Portugal el pasado viernes, Ronaldo cometió una falta y, preso de su desesperación, desplazó el balón, lo que le costó una tarjeta que le impide jugar mañana ante Azerbaiyán. Además de eso, Cristiano sufrió una mialgia en el abductor derecho, dos factores que parecían suficientes como para haber decidido volver a Madrid y descansar. Sin embargo, el jugador del Madrid se ejercitó ayer con su selección después de superar esos problemas.

Higuaín sí regresa

Muy diferente fue la decisión que tomó Higuaín, que vio la segunda amarilla contra Venezuela, pero fue liberado por Alejando Sabella, seleccionador argentino, del partido en Bolivia. El Pipita llegará hoy a Madrid y estará a las órdenes de Mourinho. Lo mismo sucede con el azulgrana Jordi Alba, que se lesionó ante Finlandia, o con Silva, que vio una amarilla ante el equipo nórdico, y dejó la concentración en Las Rozas para volar a Manchester.

La Roja se juega mucho mañana ante Francia, pero a Portugal le va la vida en el choque de Bakú. Es tercera en el grupo F de clasificación para el Mundial de Brasil por detrás de Rusia, con 12 puntos en cuatro partidos, e Israel, con 8, los mismos que el combinado luso, y ambos con cinco encuentros disputados.

"Quien juegue hará todo lo posible para hacer olvidar a Ronaldo, algo que es complicado porque es nuestro capitán y un gran jugador. Ya hemos cometido todos los errores que teníamos que cometer en esta fase de clasificación. La situación es difícil y ganar en Azerbaiyán es la única salida", declaró Joao Pereira, lateral del Valencia.

Con ese SOS no resultó extraño que Cristiano tuviera ya decidido estar junto a sus compañeros. Otra cosa será lo que diga Mourinho el miércoles. El técnico portugués solo piensa en el encuentro de Champions del 3 de abril ante el Galatasaray. Todo indica que no tendrá a todo el equipo a sus órdenes hasta el jueves. Antes de la cita ante el conjunto turco deberá viajar a Zaragoza para disputar el choque liguero. Demasiadas cosas como para que CR7 esté por ahí de avión en avión.