Cuando te plantas delante de un grande, que encima llega herido a la cita, y consigues plantar batalla sin que el encuentro esté cerrado hasta el último minuto y medio, la diferencia suele obedecer a escasos detalles, pequeños apartados que tiran por tierra o ensalzan un gran trabajo, como el que el domingo completó el CAI ante el Madrid. En las dos últimas jornadas, con los dos cocos por excelencia de la ACB enfrente (Barcelona y Real Madrid) el conjunto rojillo claudicó en la batalla bajo los aros, más concretamente en el rebote defensivo. Aunque el mérito del equipo es mayor atendiendo a que incluso con esa laguna, se disputó el encuentro hasta el final.

No ha sido un problema especialmente preocupante hasta ahora, ya que el CAI es el 8° mejor conjunto en las capturas en canasta propia con 23,23 de media. Sin embargo, ante el Madrid, quedó más al descubierto la debilidad del conjunto de José Luis Abós en los rebotes defensivos. El Madrid aplastó al CAI en esta faceta con 16 rebotes ofensivos capturados, cifra escandalosa teniendo en cuenta que los blancos promedian algo más de 11 capturas en canasta ajena siendo así segundos de la ACB en este ranking. En el Príncipe Felipe cogieron cinco por encima de su media. Demasiado.

A pesar de que era evidente que el rebote defensivo fue el principal achaque del CAI, no hubo mejora a lo largo del partido. Los rojillos concedieron así demasiados ataques. Incluso no estando muy acertado en el tiro, el Madrid traducía en puntos sus acomeditas gracias a los rebotes ofensivos cedidos por el CAI. Como cuando Rudy Fernández tuvo hasta tres situaciones de tiro de tres en una misma jugada, tras dos rebotes blancos. A la tercera, claro, no falló.

Los hombres altos que actuaron ante el Madrid no descifraron la fórmula para ganar la batalla aérea a los Begic, Felipe Reyes, Mirotic... Jones se fue habiendo cogido un rebote en costa propia; Norel, con tres, fue el mejor; Rudez, que jugó de 4 algunos minutos, aportó uno; Fontet no consiguió captura alguna y Aguilar --que cierra el cupo de interiores que participaron el domingo-- se hizo con uno. En suma, los cinco grandes solo aportaron 6 capturas defensivas del total de 17 que cogió el equipo.

YA VIENE DEL PALAU La pasada jornada, frente al Barça, fue Aguilar el que consiguió tapar, solo en cierta medida, la inocencia del CAI en las alturas de su propia canasta. Con 5 capturas cerró una tarjeta más que decente por los aires del Palau, peleando además con doctorados en la materia como Jawai o Tomic.

Sin embargo, no contó con una aportación comparable de sus compañeros. Jones cogió un rebote en canasta propia; y Norel, Rudez y Fontet se fueron en blanco. Otra vez seis rebotes entre los cinco, pero con tres de ellos sin aportar ninguna captura. El Barça cogió 13 rebotes ofensivos. Aunque esta cifra no es tan sangrante como la encajada ante el Madrid, hizo también añicos la defensa del CAI.

Resulta arriesgado, además de injusto, afirmar que de haber mejorado en el rebote defensivo, se hubiera ganado ambos choques. Lo normal ante Madrid y Barça era caer y así fue. Además, el CAI demostró a todo el mundo que va en serio, creeyendo hasta el final. Sin embargo, estas dos ocasiones perdidas de matar un gigante han de ser un escarmiento para reactivar la eficiencia en el rebote defensivo en los encuentros que han de asegurar el playoff. Será asignatura necesaria para no sufrir un revés en el momento más doloroso.