El incesante suplicio de Benzema

El delantero lleva 11 partidos sin marcar con Francia y es criticado por la afición 'bleu'

RAÚL PANIAGUA

En los últimos tiempos, un delantero de Francia acostumbra a ser noticia por cualquier cosa menos por sus goles. De Karim Mostafa Benzema (Lyón, 1987) se dice que corre más en el asfalto que en el césped y que su puntería se perdió en alguna parte del mundo. El jugador del Madrid, cazado hace unas semanas a 194,4 kilómetros por hora en un tramo de 100, vive un suplicio en su país. La afición francesa pide un castigo por su ineficacia en el ataque: lleva 11 partidos (929 minutos exactamente) sin marcar con la selección gala.

El 5 de junio del 2012, en un amistoso ante Estonia justo antes de la Eurocopa, Karim marcó su último tanto con los bleus. Desde entonces, ni rastro. El silencio. En el último encuentro, disputado en Saint Denis, Francia ganó a Georgia (3-1) y Didier Deschamps le dio los 90 minutos a su estrella en busca de la resurrección. Pero no hubo manera. El técnico es, hoy en día, uno de los pocos franceses que sigue confiando en Benzema. Nadie cuestiona su talento y creatividad, pero su indolencia y falta de carisma ha acabado con la paciencia de sus compatriotas.

Desprecio al himno

Las cifras de Benzema con su selección son paupérrimas. Ha jugado 56 partidos con Francia y solo ha conseguido 15 tantos, lo que arroja una media de 0,26 goles por partido, números insuficientes para un referente. En el último partido, jugó de segundo delantero, por detrás de Giroud, fallando tres claras ocasiones y el público no perdonó.

Los medios franceses han planteado encuestas sobre el ataque francés y los resultados dejan cerca del 80% de los seguidores pidiendo la suplencia del punta de origen argelino, que acabó de encrespar los ánimos con unas declaraciones sobre el himno francés. "No tengo por qué cantar la Marsellesa. Eso no significa que me guste más o menos la selección. Nunca la he cantado en mi vida y no lo voy a hacer ahora. Por no hacerlo no voy a dejar de marcar un triplete", dijo.

La ultraderecha del país reaccionó con fiereza y no perdió la oportunidad de pedir su exclusión definitiva de la selección. Pero Benzema ha encontrado en Deschamps un aliado perfecto. "Karim tiene todas las condiciones para hacerlo bien. Le falta un gol desde hace tiempo pero tengo una gran confianza en él". Menos comprensivo, por ejemplo, se muestra Raymond Domenech, que le dejó fuera del Mundial de Sudáfrica y ha aprovechado el polvorín para azuzar aún más el fuego. "Benzema confirma su inutilidad", proclamó el exseleccionador después del partido del pasado viernes.

Mientras España se juega esta noche su pase directo al Mundial de Brasil, Benzema se juega su credibilidad. Otro partido sin marcar, acompañado de una actuación indolente, puede acabar con la paciencia de todos los franceses. Karim no puede fallar más. Tiene el crédito casi agotado.

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