A la regañina pública de Manolo Jiménez a Rochina tras la última jornada, cuando le reclamó públicamente algo más que dos disparos por partido después de sacarle del once inicial, le contestó el propio futbolista negando la mayor. "A Rochina hay que exigirle mucho más, tiene que darnos más. No se puede ceñir todo a dos disparos a portería", fue la reprimenda del entrenador. "Sinceramente creo que ese día hice algo más que solo dos disparos", fue la respuesta del jugador en una entrevista en este diario.

Jiménez disparó en Sevilla. Y Rochina lo hizo anteayer en un uso lícito de la posibilidad de ofrecer una respuesta pública a una recriminación efectuada en esa misma esfera. Nada inhabitual en el fútbol y nada que haya de provocar nada. Es cierto que Rochina es un jugador muy individualista y que, seguro, tiene calidad para ofrecer más y pensar más en el colectivo. Tanto como que a un equipo en una situación tan engorrosa como la del Zaragoza no le hace bien ni se lo va a hacer lanzar reprobaciones públicas perfectamente evitables.