Adam Pinter cuenta con una ficha asumible para la nueva realidad de Segunda y su rendimiento, irregular desde que llegó, ha sufrido una mejoría en este curso, donde al final fue una pieza básica en la medular. No era descabellado pensar en una renovación, ya que acaba contrato en junio del 2014, y en que fuera uno de los jugadores de la plantilla que intente el retorno a Primera. Sin embargo, el jugador ya ha transmitido a su agente, Vladan Filipovic, que no desea jugar en Segunda y eso también ya lo sabe el Zaragoza, que le busca una salida en este verano.

No es la primera vez que Filipovic deja ese mensaje en el Zaragoza. En diciembre, ya se reunió con el club aragonés y se le dijo que, si llegaba una oferta interesante para las partes, se le facilitaría la salida, tras comunicarles el agente que el futbolista necesitaba más minutos. Sin embargo, la salida de Goni, que Lanzaro no contase y que al final no llegara ningún central ni un mediocentro defensivo fue dándole minutos en el tramo final de la temporada y, en los jornadas finales, fue la pareja de Apoño em la sala de máquinas, rayando a un aceptable nivel, el mejor desde que llegó al Zaragoza procedente del MTK de Budapest en el 2010. El club aragonés pagó por su fichaje 1 millón de euros, pero en estos tres años Pinter ha dado muchas más sombras que luces (48 partidos oficiales), salvo en los últimos meses.

Con un año de contrato y con el nivel ofrecido el Zaragoza sabe que no puede aspirar a hacer mucha caja con él, aunque ayuda algo su condición de internacional absoluto por Hungría. Pinter siempre se ha mostrado reacio a regresar a su país (Videoton o MTK) y el verano pasado desestimó una propuesta para marcharse a la Liga de Israel. Quizá pueda encontrar acomodo en las ligas europeas de segundo nivel, como Bélgica, Holanda y Grecia, pero en todo caso el jugador tiene decidido no estar en la aventura del equipo en Segunda y su representante ya se ha puesto manos a la obra para intentar una salida de Pinter que se ha hecho obligada.