El Real Zaragoza sigue tratando de echar sus redes en el mercado de Segunda División para obtener la mejor captura posible en su nueva aventura en la categoría de plata. En las últimas horas, el club aragonés se ha interesado por la situación de Leandro Cabrera, joven central uruguayo que ha militado en el Hércules cedido por el Atlético de Madrid. Cabrera, que ha pasado a ser uno de los siguientes objetivos del club, es un central joven (22 años) que posee experiencia en Segunda puesto que ha militado las tres últimas en el infierno. Esta temporada defendió los colores del Hércules, donde cuajó una notable temporada. "El Zaragoza es un buen equipo, conocido por todos. Pero, por el momento, no sé nada más concreto", dijo el jugador de forma escueta, ayer, a este diario.

Cabrera pudo disputar un total de 39 encuentros de Liga (todos menos tres) el pasado curso y siempre que estuvo en disposición de jugar, lo hizo. Tanto con Quique Hernández como con Juan Carlos Mandiá (que se alternaron en el banquillo alicantino) el central uruguayo fue un fijo en los dibujos del Hércules. Antes, militó en el Numancia (con 20 años) donde también logró cuajar una temporada muy seria, tomando parte en 33 partidos de Liga, y en el Recreativo, que fue su bautismo en la categoría de plata y donde jugó 11 encuentros.

La llegada de Cabrera al centro de la zaga (también puede actuar como lateral izquierdo pero sus condiciones naturales le sitúan en el centro) estaría directamente unida a la de Suso García Pitarch, quien fue el gran valedor para su fichaje por el Atlético desde el Defensor Sporting uruguayo. Pitarch también le llevó de la mano al Hércules, ya que consiguió su cesión por una temporada el curso pasado. Y en la nueva etapa que comienza García Pitarch en Zaragoza, Cabrera es una aspiración expresa. Diferentes fuentes confirmaron a este diario que García Pitarch ya se había puesto en marcha para incorporar al jugador al Real Zaragoza.

De hacerlo, Cabrera llegaría al Real Zaragoza en calidad de cedido, presumiblemente por un año, pero antes de poder acometer esta operación, el Atlético, club que posee la propiedad del jugador, tendría que renovarle su contrato (finaliza en junio del 2014) para posteriormente aceptar una nueva cesión, que sería la cuarta para el jugador en los últimos cuatro años. "Todavía tengo que arreglar algunas cosas de mi contrato con el Atlético y luego ya veremos lo que pasa", transmitió el jugador.

EXTRACOMUNITARIO La intención primera de Cabrera era asentarse en el Atlético. El club colchonero no ve con malos ojos esta posibilidad, ya que mantiene su confianza en él. Sin embargo, el mayor inconveniente para su permanencia en el campeón de Copa es que el jugador no posee pasaporte comunitario. Por ello, quedarse en el Atlético supondría que el club emplearía una plaza de extracomunitario en un jugador que, a priori, no contaría con un rol importante. Esta situación podría voltearse el próximo curso, ya que está previsto que el jugador pueda obtener la ciudadanía española en octubre, aunque hasta entonces, ocuparía plaza de extranjero. Junto con Diego Ifrán, Cabrera es la apuesta del club para las plazas (dos máximo) de extracomunitario en Segunda.