Ayer, por fin, parecía el día indicado para que el Real Zaragoza hiciese oficial la llegada de Leandro Cabrera, central por el que el club aragonés lleva peleando desde principios del mes de julio. La oficialidad del fichaje hubiera significado su desvinculación total del Atlético, sin embargo, el fin de los días del central uruguayo en el club colchonero no llegó y sin la carta de libertad, no pudo certificarse el acuerdo definitivo.

A pesar de que, salvo giro inesperado, Cabrera terminará vistiendo la camiseta del Real Zaragoza, la operación vivió ayer un giro de última hora. El propio jugador, su agente y su padre tenían previsto reunirse con dirigentes del Atlético en las oficinas del Vicente Calderón para alcanzar un acuerdo en su desvinculación, sin embargo, fuentes del Real Zaragoza comunicaron a este diario que el jugador rompió con su representante, Daniel Fonseca, y fue el padre del futbolista quien pasó a llevar la negociación. Las mismas fuentes del club aragonés aseguraron que el padre de Cabrera deseaba que su hijo permaneciese en el club rojiblanco (posibilidad improbable dada la escasa confianza que Diego Simeone tiene en Cabrera) y que la operación se tornaba algo más complicada.

SIN ACUERDO A última hora de ayer, la operación se encontraba atascada debido a que la desvinculación final del jugador con el Atlético de Madrid no avanzó. Por ello, el anuncio oficial no se produjo. El acuerdo del Real Zaragoza con el jugador es un hecho desde hace varios días y el club aragonés, que tiene la promesa del jugador de que llegará con la carta de libertad, está esperando a que el jugador arregle su situación para adquirirlo por las próximas tres temporadas.

La demora en la confirmación de Leandro Cabrera como jugador zaragocista se prolongará todo lo que dure el desencuentro entre Atlético y jugador. Según algunas fuentes, el club colchonero estaría retrasando la desvinculación del jugador debido a alguna cantidad que le adeuda al futbolista.