El Fraikin Granollers se impuso en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza al Balonmano Aragón en un partido equilibrado en el que los vallesanos supieron manejarse mejor que su rival, que cometió demasiados errores por precipitación y en el que los porteros de los dos equipos impidieron que subiesen más goles al marcador.

Desde el comienzo, ambos equipos estuvieron muy equilibrados sobre la pista mostrando los desajustes propios del comienzo de temporada y sin que ninguno de los dos pudiese abrir brecha en el marcador. El conjunto de Mariano Ortega fue casi siempre por detrás en el marcador, a remolque, salvo en un par de ocasiones, mientras que los vallesanos hasta por dos veces consiguieron ventajas de dos goles a su favor, principalmente por pérdidas de balón de los zaragozanos en su intento de salir al contraataque.

Las defensas 6-0 que propusieron tanto Ortega como Toni García no fueron todo lo contundentes que cabía esperar y en muchas ocasiones los atacantes de los dos bandos encontraron los huecos necesarios para lanzar desde la línea de seis metros. Mimbres que tendrá que pulir el técnico zaragozano si quiere pelear en la zona noble por enésimo año consecutivo.

PÉRDIDAS EN CONTRAATAQUE

Pocas cosas cambiaron tras el descanso, con un notable equilibrio en el juego y sin que ninguno de los dos contendientes fuese capaz de abrir brecha en el marcador. El intercambio de goles era la tónica, aunque tanto Schulz por los catalanes como Gómez, que regresaba al conjunto de su tierra, por los aragoneses se mostraban muy seguros en el marco y frustraban muchas de las acciones de sus adversarios.

La precipitación del BM Aragón, que se presentaba ante su público, en los intentos de salida al contraataque les hicieron perder algunos balones valiosos (los que acaban traduciéndose en goles) que permitieron a su rival alcanzar por primera vez a falta de siete minutos los tres goles de ventaja (21-24). A partir de ahí, los aragoneses no consiguieron la fluidez necesaria en su ataque para acercarse en el marcador y cuando hallaban un hueco en la defensa se estrellaban frente al muro de Schulz.