"Es la vida. Nunca sabes dónde te lleva la vida", dice Viktor Sanikidze, el último fichaje del CAI Zaragoza. Nadie lo esperaba hace más de un mes, antes de que se rompiera la relación con Daniel Clark. Ni siquiera el ala-pívot imaginaba que iba a coincidir con uno de sus grandes amigos en el Príncipe Felipe. "Una de las razones por las que vine fue tener aquí a Giorgi, un compañero, un amigo, un gran jugador. Me alegro de estar aquí con un amigo, un buen amigo. Si no lo hubiera sido, no habría venido (risas)", dice este 4 del que aseguran que hará olvidar a Pablo Aguilar, el último capitán.

Es un trotamundos. cuyos derechos de NBA los tiene San Antonio y que ya ha jugado en la ACB (Estudiantes, 2006-07), en Francia, en Estonia y en Italia. Como bien dice, su amigo, su hermano, Giorgi Shermadini, ha sido una de las razones de su llegada. El pívot, la estrella, encantado. "Cuando se reúnen dos amigos fuera de su país, todo resulta más fácil. Nos podemos ayudar el uno a otro en cualquier cosa. Nos conocemos hace años y es algo muy bonito".

La compañía, para empezar, es más que suficiente. "Me va a ayudar mucho tener a Giorgi aquí. No solo porque es un buen amigo, sino porque también es un buen jugador. Hemos jugado muchas veces juntos en la selección y nos conocemos bien. Además, como tenemos buena relación, podemos compartir momentos juntos, como salir a comer o a dar una vuelta. Va a ser todo más fácil para mí. No es lo mismo que estar tú solo en una nueva ciudad. Eso a veces es muy duro".

Sanikidze (2,03) ha sido el último en llegar al CAI, la pieza que falta en el rebote del CAI. Agresivo y con gran intensidad en los dos lados, su adaptación está siendo buena y rápida. "Solo llevo tres o cuatro días en Zaragoza y me encuentro muy bien con el cuerpo técnico, con los jugadores, con todos los que están en el club. Es una ciudad muy bonita, además, así que estoy muy contento de haber venido aquí", dice. En casi todo coincide su amigo. "La gente es muy maja, te hace sentir a gusto. Y la ciudad es muy agradable. Para los jugadores no solo es importante el baloncesto, también lo son los compañeros y la atmósfera".

Por el momento están viviendo juntos, aunque la llegada de sus familias se producirá en breve. Por eso andan a la caza de un apartamento. "No hacemos gran cosa, pero estamos juntos. Jugamos a las cartas y a otros juegos y poco más. Vamos a los entrenamientos, a comer y a dormir, eso es todo", explica Shermadini, piedra angular del proyecto esbozado por Willy Villar.

¿Por qué eligieron Zaragoza tras haber estado en equipos de alto nivel los últimos años? Básicamente por las excelentes referencias que tenían del club y de la ciudad. "Yo conocía cosas del CAI por mi agente, que es el mismo que el de Van Rossom. A través de él me enteré de que Zaragoza tiene una gran organización, con buena gente trabajando dentro del club. Yo también conocía la ciudad porque había estado jugando el Europeo U-18 en el 2004. Recordaba que me había gustado y, además, tenía la posibilidad de jugar en Europa", cuenta el ala-pívot.

Concuerda con su amigo. "Sabía que el CAI había hecho una gran temporada, que estaba formando un buen equipo. El tercer puesto fue algo grande, hacer lo mismo va a ser difícil. Ojalá lo logremos, aunque somos conscientes de las dificultades. Pero tenemos buenos jugadores y buenos entrenadores y trataremos de pelear por todo", dice Shermadini. Remata Sanikidze. "Lo primero es tratar de entrar en el playoff. Luego nunca sabes lo que puede pasar. Todo es posible".