La segura salida de Adil Rami, al que el Valencia tiene que encontrarle un destino de forma obligada tras sus polémicas declaraciones, vuelve a situar a Álvaro González en el punto de mira en Mestalla. El central del Zaragoza es uno de los favoritos de Braulio, secretario técnico che, y ya este verano el club valencianista, que tanteó la cesión del cántabro, tenía previsto lanzarse a por el jugador si vendía a Rami, algo que al final no hizo porque nadie llegaba a los 12 millones que pedían por el defensa galo. Sin embargo, ahora su adiós del Valencia es ineludible y Álvaro vuelve al punto de mira para intentar su fichaje en enero.

El presidente, Amadeo Salvo, el secretario técnico y el entrenador del Valencia, Miroslav Djukic, se reunieron ayer para analizar la situación de Rami y hoy le tocará dar la versión al jugador. De momento, ha sido expedientado, sancionado con 10 días y con 3.000 euros de multa, lo máximo que permite la AFE. Pero su salida en enero tras lo sucedido es más que segura. En el mejor de los casos, el Valencia trataría de hacer un lavado de imagen con un acto de contricción del jugador para que su situación se normalizara y pudiera entrenarse con el equipo. Eso sí, el Valencia sabe que no puede aspirar a sacar el dinero que pensaba este verano, donde el Nápoles llegó a ofrecer 9 millones. El club italiano es el más interesado, y el Arsenal o el City, según aseguraba ayer la prensa inglesa, pueden mover ficha. Y el Barça también tuvo a Rami en su agenda y ahora busca un central.

El Valencia no tiene mucho margen para fichar, ya que ya está en el límite de lo marcado por la LFP, pero con el traspaso de Rami y el ahorro de su ficha (cobra unos dos millones anuales) ya tendría ese margen y Álvaro se adapta a los números del club de Mestalla. En un primer momento, desde la secretaría técnica valencianista se ha mirado el mercado de centrales en paro, pero no hay alternativas interesantes, por lo que parece seguro que esperarán a enero, donde Álvaro, si llega una buena oferta, está en el escaparate.

SEVILLA Y GENOA El verano pasado, el defensa cántabro tuvo muchas propuestas de cesión, una de ellas del Valencia, y dos de traspaso, del Sevilla y del Genoa. Ninguna convenció al Zaragoza --la mayor fue de un millón y un porcentaje de un futuro traspaso, procedente de Nervión--, ya que Agapito pidió seis millones por el defensa, aunque lo cierto es que por alrededor de tres hubiera traspasado al jugador, que se quedó pese a que su deseo era seguir en la élite.

El Zaragoza necesita dinero para cuadrar unas cuentas con muchos agujeros y, además, la salida de Álvaro haría viable la llegada de refuerzos en enero.