Tras la dura reprimenda del día anterior, Herrera se reunió con su plantilla media hora antes del entrenamiento, que empezó a las 11.00 en La Romareda. El cónclave se desarroló en un clima de normalidad. Incluso el técnico a la salida bromeó con los medios que había en la sesión, que fue a puerta cerrada salvo 15 minutos.