Sin paños calientes. "Hemos hecho un muy mal partido", empezó Damjan Rudez, el único al que puede salvarse del naufragio general del CAI ayer. El problema, la falta de intensidad defensiva, las facilidades concedidas al rival "Han salido muy fuertes en nuestra casa y han jugado con una gran intensidad. Nosotros hemos sufrido mucho en defensa y nos han metido muchas canastas fáciles. No es fácil jugar así, cuando recibes muchas canastas sin defender. Hemos probado todo para recuperarnos y acercarnos en el marcador pero hemos perdido mucha energía y balones en eso".

El croata no quiso excusas, igual que su técnico, no se escudó en los encuentros disputados ni en los que están por venir. "En este ritmo de partidos no tienes tiempo para pensar en los partidos de antes y de después. Solo hay que pensar en el partido que tenemos enfrente y tenemos que quedarnos tranquilos porque el grupo lleva casi tres semanas junto y no es realmente fácil esperar que juguemos un partido como el de hoy. Hay que estar tranquilos, tenemos mucho tiempo enfrente de nosotros para trabajar y mejorar aunque ahora no es fácil recuperarnos fuera de casa porque tenemos dos salidas pero hemos demostrado que podemos jugar fuera de casa y ganar".

Por su parte, Alejandro Martínez se marchó más que satisfecho. No le faltaban motivos, por el triunfo, el trabajo, el escenario. "El CAI es uno de nuestros espejos, un equipo que nos sirve como referente por como han hecho las cosas en los últimos años, ganar aquí ha sido muy importante". Tras desear suerte a los aragoneses, el técnico desgranó las claves del partido. "En defensa, hemos trabajado muy bien las líneas de pase y en ataque hemos tenido situaciones más largas de lo que estamos acostumbrados, y también nos hemos movido bien en esa circunstancia. Hemos estado fallones en el tiro libre, que no acostumbramos tanto, y hemos estado flojos en la línea de tres, pero hemos provocado 23 pérdidas y hemos reboteado mejor, así que nos vamos muy contentos de aquí".