Tres partidos seguidos acumula el Zaragoza con un miedo atroz a ganar, empeñado en dar vida a los rivales cuando parecen muertos. Hasta que resucitan. La Ponferradina (2-1) rozó el empate y Deportivo (1-1) y Alavés (2-2) lograron las tablas en el descuento para que al equipo se le hayan ido en el último suspiro 4 puntos de los 9 que tenía agarrados. Si no se hubieran escapado, el Zaragoza sería segundo, con la misma puntuación que el Lugo (20). Ahora, sin embargo, es séptimo. El caso es que ese miedo está lastrando los avances, más o menos claros, del equipo zaragocista en las últimas semanas.

En Riazor, el Zaragoza fue un equipo sólido y mereció ganar más que su rival, sobre todo hasta el descanso, mientras que la primera parte contra el Alavés fue la mejor del curso en La Romareda. Pero todo se tiró por la borda y, al margen de que en este empeño por complicarse la vida existan razones futbolísticas, que van desde la inconsistencia defensiva, los fallos en la concentración, el fondo físico que ocasiona el desplome final, la falta de un líder o algunos errores desde el banquillo, hay motivos suficientes para pensar que el argumento principal es mental y en ello tiene mucho que ver la dureza de los últimos tiempos, la clara dinámica no ganadora del equipo en este 2013.

Entre Primera y Segunda el Zaragoza ha disputado 32 partidos en este 2013 y solo ha firmado 6 victorias, dos en la recta final de la campaña pasada para dar con sus huesos en el descenso, y cuatro en la actual. Diez empates y 16 derrotas implican que el Zaragoza solo ha ganado el 18% de sus partidos y que solo selló 28 puntos de los 96 que ha puesto en juego a lo largo de este año. Son datos que dan la razón a Herrera cuando habla de los vicios heredados del pasado, cuando asegura que no se imaginaba que iba a costar tanto levantar al equipo o cuando, más recientemente, ha abogado de forma clara por disminuir la negatividad. Así, tras el empate a última hora en Riazor habló de la botella medio llena y el sábado pasado contuvo su enfado. "Tenemos que ser menos negativos. Es que aquí parece que todo es malo. Y no todo está tan mal", señaló antes del partido.

DE LOCAL Herrera llegó en verano y de la plantilla del descenso solo quedaron 10 futbolistas, a los que habría que añadir a Alcolea y Ortí, que estaban a caballo entre el filial y el primer equipo. Sin embargo, las huellas del pasado siguen ahí. Y son muy claras en La Romareda, donde el vía crucis en este 2013 hace exasperar al hincha más acérrimo y explica en parte el pánico a perder ante la Ponferradina y el Alavés en las dos últimas citas en el Municipal. 4 victorias, 6 empates y 7 derrotas lleva entre Primera y Segunda el Zaragoza en lo que debe ser su fortín. Es decir, 4 triunfos en 17 choques este año.

En la categoría de plata, el Zaragoza ha jugado seis partidos en su feudo, con solo dos victorias. Dos empates y otras tantas derrotas componen un balance que supone sellar 8 puntos de los 18 en juego (44,4%), una puntuación casera con la que no se puede aspirar a subir a Primera. Ahora mismo, solo Castilla (4), Deportivo (5) y Hércules (6) empeoran el registro de local del equipo aragonés.