CAI Zaragoza
15 días de baloncesto en casa
El CAI puede reactivarse en el Príncipe Felipe, donde disputa cuatro de los próximos cinco partidos

15 días de baloncesto en casa
IGNACIO MARTÍN
Quizá la gloria última ha condicionado el presente del CAI Zaragoza, que no es el que fue la pasada temporada, con esa alegría que transmitía, con esa pasión de los partidos de casa que lo sostuvo como uno de los mejores. Ahora suspira por encontrar ratos de paz que sirvan para acoplar a los nuevos. Tiene prisa, normal. En las próximas dos semanas se juega una buena porción de la temporada. Es una quincena decisiva, seguro, en la que acumula cuatro partidos delante de su afición. Es el futuro puesto en presente.
Para empezar, se juega seguir vivo en la Eurocopa, un torneo que se recibió con mucha alegría en la ciudad después de tantos años, que por eso no se quiere dejar escapar fácilmente. Se trata de exprimir un poco más la felicidad continental, y de hacerlo en casa. Al menos ver una segunda fase, se piensa. De los próximos cinco encuentros que afronta el conjunto de Abós, el primero y el quinto son de Liga ACB, este domingo ante el Joventut y frente al Fuenlabrada el 8 de diciembre. Son dos partidos ganables en circunstancias normales, cuyo valor se encontraría más por el lado anímico que en el numérico. Bien diferente es el caso de la Eurocup, que regresa el miércoles al Príncipe Felipe. Es un encuentro de victoria obligada ante el Alba Berlín, al igual que el de una semana después frente al Telekom Bonn.
SOLO UNA SALIDA Justo en medio de esos cuatro partidos queda el viaje a Barcelona para visitar el Palau, una cita especial pero en la que el CAI puede jugar con una carga de presión menor. Allí, un triunfo es un premio mayúsculo. El resto, se diría, debe ser para disfrutar y dejar una notable imagen, baloncesto del bueno. Para seguir fortaleciendo el juego, al cabo.
El problema es que Abós anda con el tiempo justo intentando dar puntadas en los descosidos que dejó el final de temporada. Los cambios que dejó el estío no han dado resultado, de momento, lo que ha dejado un equipo más endeble a los dos lados. "Hay cosas que se pueden decir y cosas que no", explicó el lunes el entrenador, antes de que el equipo se diera un gustazo en su visita a Bélgica, donde ganó de paliza y se preparó para mantenerse en la lucha europea. A lo que se refería era al encuentro del día anterior ante el Cajasol, cuando el equipo mostró algunas lagunas preocupantes.
A más de uno se le abrieron los ojos en el Príncipe Felipe al comprobar la inconsistencia del CAI en defensa. Su inconstancia en ataque, sobre todo, donde fue incapaz de mantener la línea de juego interior que le llevó a manejar, aunque fuese a arreones, los dos primeros cuartos. "A veces queremos inventar y no nos va bien, pero lo que está claro es que falta tiempo de acoplamiento, de jugar todos juntos", asegura el técnico zaragozano, consciente de que hay un problema de disciplina en el juego.
No lo puede decir muy alto, ni siquiera señalar a uno u otro. Pero ahí comienzan las dificultades del equipo, en la aplicación del método. Por eso quizá también, tras ganar al Mons, quiso ver las claves en "la disciplina y el rigor". Es el punto de partida para sumar las tres victorias que seguramente le van a hacer falta en el Príncipe Felipe si quiere alcanzar la siguiente fase en la Eurocup. Ganar a Berlín (27 de noviembre), Bonn (4 de diciembre) y Gravelines (18 de diciembre) es el objetivo. Queda la visita a Roma (10 de diciembre). Faltan tres para meterse entre los tres primeros. Desahuciado el Mons, quedan dos por caer.
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