La Liga de Campeones
El Real Madrid también domina sin Cristiano
Los goles de Bale, Arbeloa, Di María e Isco bastaron pese a la expulsión de Ramos ante el Galatasaray

El Real Madrid también domina sin Cristiano
EL PERIÓDICO
El Real Madrid firmó su clasificación a octavos de final como primero de grupo, imponiéndose a la baja de su líder, Cristiano Ronaldo, y a la inferioridad numérica que sufrió durante 64 minutos por la expulsión de Sergio Ramos, para tumbar a un Galatasaray falto de ambición. Con la clasificación a octavos sellada, al Madrid sólo le faltaba un paso para asegurar el liderato. Dio descanso Ancelotti a Xabi Alonso y faltaba Cristiano y el equipo lo acusó hasta que tiró de casta en una notable segunda parte.
Hacía falta un líder sobre el césped y las miradas apuntaban a Gareth Bale. Sus minutos más brillantes fueron los mejores del Real Madrid. Dominaban los blancos pero jugaban con lentitud. Casemiro mostraba sus credenciales con buenos minutos y el Galatasaray era demasiado respetuoso. A los cuatro minutos, Bale se aprovechaba de un fuera de juego no señalado para cruzar su disparo en una situación de mano a mano y rozar el poste de la portería turca.
Se estiraba el Galatasaray cuando se encontró la expulsión de Ramos. Un balón largo, un despiste y un ligero toque en carrera para que Umut Bulut se dejase caer y encontrara el premio buscado. Antes llegó el golazo de falta de Bale; pese a estar a 35 metros, soltó un zurdazo que cogió una parábola imparable. Solo un minuto después, Drogba, veterano de guerra, inventaba un pase al espacio que cogió a Pepe desubicado y a su espalda apareció Bulut, que definió bien.
Ancelotti inventó en el segundo tiempo y salió ganando. Situó un 4-3-2, con Isco y Bale como referencias arriba y apareció un protagonista inesperado: Arbeloa. Apareció en defensa, lanzó contragolpes y se descolgó en ataque para desnivelar el partido con un remate con la izquierda a pase medido de Di María. Rematando el lateral derecho en la zona del nueve. Tanta alegría para Arbeloa como para Alonso, que celebró el tanto en la banda como si de una final se tratase. Poco después saltó al césped el mediocentro y fue el remate final a una segunda parte en la que el Galatasaray se hundió cuando debía ir por el partido. Después, dos goles con mensaje de dos jugadores que quieren más: Di María e Isco. El mediapunta anotó un gran gol tras dejar por los suelos a su defensor con un quiebro casi sin inmutarse y aguantó lo suficiente antes de definir para que el portero del equipo turco se fuera también al suelo. Con la victoria en el bolsillo, Casillas se ganó aplausos con una de sus paradas salvadoras, volando a mano cambiada a testarazo de Drogba, y silbidos por sus errores con el balón en los pies. Eran anécdota. El Madrid firma una impecable fase de grupos y el Galatasaray se jugará todo con la Juve.
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