FÚTBOL

El Barcelona, una cuestión de liderazgo o la hora para el Tata

Martino vive la primera tormenta que le obliga a valorar si toma decisiones firmes

El Barcelona, una cuestión de liderazgo o la hora para el Tata

El Barcelona, una cuestión de liderazgo o la hora para el Tata

MARCOS LÓPEZ

Primero, se vivió el "despelote", definición textual y sobre el campo obra de Piqué. Luego, el sonrojo por una primera parte intolerable, que provocó una bronca de Martino en el descanso del Ajax-Barça, consciente, como dijo después, de que "no se puede volver a repetir". Más tarde, una inevitable autocrítica que no esconde, sin embargo, los profundos problemas estructurales larvados desde hace tiempo, con Guardiola incluso, a los que ni siquiera él encontró la solución adecuada.

Tampoco Tito ni Roura pusieron remedio mientras el equipo marchaba imparable hacia la Liga de los 100 puntos. Hasta que llegó el maduro Bayern de Heynckes. Ahora, ha sido el juvenil Ajax, en menor grado por supuesto, el que ha encendido la luz de alarma. Al Tata, por lo tanto, le toca resolverlos asumiendo el liderazgo que necesita el equipo desde hace más de año y medio para evolucionar, y que pasa por tomar firmes decisiones. De lo contrario, corre el riesgo de quedarse estancado.

No es, como diría el Tata, "una crisis semanal", pero sí una tormenta. La primera real desde que llegó. Le toca tomar la palabra al técnico, escrutado quizá ahora muchísimo más desde dentro, por los propios jugadores, que por el entorno, aguardando todos si toma alguna medida o deja que todo siga.

Hasta Amsterdam, Martino respetó todo lo que se encontró en el vestuario. La jerarquía del grupo, al que se conectó por su manera sencilla y "por la cercanía" de la que hablan los futbolistas, la confianza, y una obsesión por el reparto de minutos para que el equipo no llegue muerto físicamente al final de curso. Ahora, en San Mamés, con un Athletic tan o más intenso que el Ajax y con igual o más talento, llega la primera prueba para medir si el técnico se toma la derrota "como un simple accidente" o, como un síntoma.

Accidente se ve desde el club o síntoma se percibe desde fuera. Ese liderazgo, ejercido de forma silenciosa, casi invisible, para no alterar estructuras, tanto de convivencia como de sistema, se pondrá a prueba el domingo. No solo en la elección del once inicial (Alves, Adriano y Xavi parece que llegarán a tiempo, además de Alexis, que estaba sancionado en Europa) sino en todos sus gestos. Y, especialmente, en el estilo. ¿A qué quiere jugar? ¿Cómo quiere hacerlo? "En el Barça se deben preguntar por qué lo que antes salía bien, ahora ya no sale", dijo Cruyff. Eso se debe estar preguntando Martino también.

VOLVER AL ORIGEN Extraviado el juego de posición, el equipo parece sentirse desorientado. O, como diría Piqué, despelotado. En casos así, que se han vivido hasta en las épocas de mayor bonanza de la historia reciente, todos los extécnicos recurrían a una receta tan sencilla como difícil de cumplir: volver a los orígenes.

Empezar, de nuevo, con conceptos tácticos básicos para el funcionamiento del juego que se han dejado de hacer, oxidados por el éxito, desgastados por la rutina. ¿Cuales? La presión, tan elogiada en su estreno oficial ha desaparecido. El equipo se parte con demasiada frecuencia (mucha distancia entre líneas), expuesto con fragilidad al intercambio de golpes y en la búsqueda de alternativas (fútbol más directo, robo, pase y gol) se ha perdido estabilidad y control.

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