Como si los dos partidos que ha estado ausente no hubieran sido sino el descanso del guerrero, Gio Shermadini volvió con más fuerza que nunca, con más vigor, con nuevos bríos. Ante un rival que motiva a cualquiera pero que también es más complicado que cualquiera, el georgiano tuvo una actuación sobresaliente. Se las vio con Mejri, Borousis, Reyes y de inicio los barrió a todos. Se movió con soltura, se zafó de uno y de otro, encontró el aro con facilidad y provocó faltas personales. Sus compañeros le buscaron y le encontraron. Shermadini fue, por un instante, el jugador que todo el CAI quiere que sea.

Su único problema fue el exceso de personales, que le obligó a sentarse al inicio de la segunda parte. También le faltó algo más de contundencia en algunos momentos, pero sus números fueron los de un jugador de referencia. El georgiano acabó con dobles figuras, 17 puntos y 11 rebotes, y fue el mejor valorado del CAI con 20 puntos. Desde el inicio se le vio con una actitud positiva, muy activo en todas las acciones, posteando con descaro, atreviéndose a cosas que hasta ahora no se le habían visto.

Estuvo centrado, efectivo, brillante en algunas acciones. Desde luego, este es el Shermadini que necesita el CAI y esa es la actitud que puede llevar al georgiano a brillar en la Liga Endesa. Fue un regreso contundente que abre la puerta a la esperanza con la parte importante de la temporada llamando a las puertas. "Ha sido muy positiva. Ha tenido que pelear muy duro con Felipe, Bourousis y Mejri. Pienso que el equipo ha trabajado bien para meter esos balones dentro. Se le han hecho llegar buenos balones pero también tenía mucho trabajo y lo ha hecho muy bien, como el resto del equipo", valoró José Luis Abós. El CAI necesita del mejor Shermadini, del que se vio ayer.