El D-Link juega hoy (20.30 horas) en el Pabellón Siglo XXI otra final por entrar en el playoff. El equipo que dirige Jorge Sampedro disputa otro partido con tintes de ser definitivo ya que recibe al Peñíscola Bodegas Dunviro, el equipo que actualmente ocupa la tan deseada octava plaza por los zaragozanos. Todo lo que no sea ganar a este rival directo complicaría mucho el objetivo de lograr acceder a los ocho primeros puestos.

Las cuentas para D-Link son claras. Un triunfo dejaría a Peñíscola a tan sólo cinco puntos de diferencia y la ilusión por las nubes. Por contra, una derrota haría que la octava plaza se alejara, como mínimo, hasta los nueve puntos de distancia-- dependiendo de cómo se resuelva el duelo directo entre Magna Navarra y Palma Futsal, séptimo y sexto clasificado respectivamente--. Una distancia que sería definitiva a falta de siete jornadas para el final.

Para mantener viva la ilusión, el D-Link quiere seguir alargando su buena racha de juego y resultados. El equipo sigue manteniendo la fe en que alcanzar ese reto es posible como demostró la semana pasada en la pista de otro rival directo: Burela Pescados Rubén. A falta de minuto y medio los zaragozanos perdían 5-4 y acabaron llevándose los tres puntos tras remontar hasta el 5-6. Un resultado que ha impulsado todavía más la moral de un equipo que atraviesa por su mejor momento.

Peñíscola Bodegas Dunviro alcanza la cita también reforzado en lo moral. En sus dos últimos enfrentamientos remontó para acabar empatando ante Palma Futsal y Magna Navarra. Con esas buenas sensaciones llega a Zaragoza un Peñíscola que a domicilio no rinde demasidado bien. En once salidas, sólo ha sido capaz de acumular dos victorias, dos empates y siete derrotas. Para este encuentro, D-Link recupera a los lesionados Iván Bernad y Caio Alves.