El Balonmano Aragón logró un triunfo vital (31-30) en sus intereses para evitar el descenso de una manera agónica, con una intervención del guardameta Julio Rodríguez en el último segundo del partido que salvó a su equipo del empate.

Antes, el encuentro había vivido dos partes muy diferentes, con una primera en la que los aragoneses avasallaron a su rival, pero una segunda en la que una gran reacción del conjunto burgalés llegó incluso a darle la vuelta al marcador en una ocasión y que se decidió en un final de los que está protagonizando el equipo zaragozano esta temporada, de infarto.

El conjunto aragonés inició el partido de manera espectacular, con una gran defensa que ahogaba las ideas ofensivas de un conjunto arandino que tenía muchos problemas para encontrar huecos y se veía obligado a lanzar en muchas ocasiones con la amenaza de pasivo de los colegiados. La solidez atrás del equipo maño y el acierto en los lanzamientos de Demetrio Lozano, Del Valle y Alberto Val, permitió tomar ventajas desde el principio del partido, con 11-4 primero y 18-12 al descanso.

La reacción visitante llegó a la vuelta de vestuarios. El BM Aragón comenzó a cometer errores en ataque y el Villa de Aranda recortó e incluso llegó a colocarse por delante (26-27) por primera y única vez en el minuto 53 antes de que el orgullo local dejara los puntos en casa.