David Ferrer está firmando un inicio arrollador de temporada tras imponerse al italiano Fabio Fognini en la final del Abierto de Río por la vía rápida, 6-2 y 6-3, en una hora y 23 minutos de partido.

A pesar del apoyo del público local y de haber eliminado el día anterior al gran favorito y vigente campeón, Rafael Nadal, el tenista de San Remo pecó por exceso alternando momentos brillantes con fallos garrafales en momentos clave del partido. Ya en el cuarto juego del primer set, Ferrer consiguió romper el saque a Fognini después de que el italiano, muy agresivo todo el encuentro, lograse levantarle dos bolas de 'break'. Fue entonces cuando la tensión del temperamental italiano comenzó a pasarle factura llegando incluso a cruzar algunas palabras con Ferrer cuando este le recriminó la lentitud en efectuar sus saques. El de Xàbia supo dosificar sus esfuerzos y aprovechar los altibajos del italiano para romperle el saque en otras dos ocasiones y llevarse el primer set en 37 minutos.

En la segunda manga, el número 9 de la ATP cumplió su estadística de 90% de partidos ganados con el primer set a favor y fulminó al italiano ganando 13 puntos de 18 posibles a la altura del sexto juego. Nada nuevo; en las siete ocasiones anteriores en las que ambos tenistas se habían cruzado, Ferrer consiguió imponerse en todas ellas. Además, logró levantar al público de sus asientos al establecer el 5-1 tras devolver una dejada imposible del italiano en la red.

Nuevamente los destellos del italiano, que llegó a romperle el servicio en dos ocasiones, chocaron con la solidez del español, que se llevó el segundo set por 6-3 tras perder un punto de partido ante un Fognini que no se resignaba. Con su victoria, Ferrer conquistó su segundo torneo en 2015 (tras ganar en Doha a Tomas Berdych) y su 24º título desde que inició su carrera profesional en el 2000.