Los Campeonatos de España de esquí alpino se disputan en Baqueira Beret a finales del mes de marzo. Pero no se cierra aquí la temporada de los deportistas. Cuando sube el termómetro y se va la nieve de las laderas, prosigue la estudiada y cuidadosa planificación de los esquiadores pensando en su constante progresión. Durante el verano, el Centro de Tecnificación (CETDI) de esquí alpino dirigido por Paco Alegre comienza el periodo de volumen. Este centro supone la transición del deportista desde el club a su llegada al equipo nacional de esquí.

Alegre cuenta entre sus manos con los diamantes en bruto del esquí aragonés. Los veteranos son Gorka Ugalde e Inda Garín, que superan los 20 años. De la categoría U-18 son Sofía Gandarias, Carlos Urieta, Ander González, Juan Laplaza y Marco Rando. Los equipos de alto nivel viajan en verano a los glaciares de las estaciones de fuera de España. "Los equipos fuertes van a Sudamérica y nosotros nos limitamos a acudir a Europa porque es menos costoso. Hemos entrenado en Les Deux Alpes en Francia y Saas Fee en Suiza. El CETDI de Andalucía cogió un apartamento y nos lo cedía a otros equipos. En Les Deux Alpes hemos llegado a estar once días entrenando". El grupo del CETDI también esquía en el periodo otoñal en el Centro Comercial de Xanadú de Madrid. "Es una pista cortita de 20 puertas de eslalom de nieve artificial que está cubierta. Te dan tus dos horas para entrenar sin problemas de meteorología. Es muy socorrido, porque en plena época escolar es un viaje muy cortito y no pierden clases", dice Alegre.

Variables

La planificación de la temporada de esquí para un equipo medio suma 50 días de esquí antes de que comience la competición. "En nuestro caso nos quedamos en 30 días por falta de medios". Desde junio se realiza un trabajo físico partiendo de la fuerza y resistencia. "En el esquí hay muchas variables. Es velocidad sobre un terreno muy inestable. No hay dos bajadas iguales, la nieve de una bajada a otra cambia, no es lo mismo una curva a 20 metros que una a 22 metros...". Alegre explica que el esquiador debe ser fuerte y hábil. "La base de nuestra preparación física es la fuerza y resistencia. Conforme avanza la temporada, la resistencia debe ser más específica", explica.

La resistencia también se trabaja haciendo carrera a pie. "Hacemos series de dos minutos a un ritmo alto o cuatro minutos a un ritmo más lento. No trabajamos la resistencia de carrera continua, sino a ritmo". Conforme se acerca la competición, baja mucho la intensidad de la preparación física. Nunca se deja de hacer trabajo de pesas. "El trabajo de fuerza se mantiene todo el año y se varía la intensidad y las repeticiones en función del momento. La velocidad se sube quitando cargas de las pesas. Se hace un trabajo compensatorio con los músculos que se emplean menos esquiando como son los isquios", indica.

En competición se baja un poco la intensidad y se busca la calidad. "Se hacen bajadas más cortas y de menos repeticiones. En los glaciares podemos hacer 15 bajadas, pero en periodo competitivo cinco o seis cronometradas y a una velocidad similar a la carrera". Alegre explica que hay una regla de oro. Los debutantes de la categoría U-18 solo hacen un máximo de 25 carreras técnicas. "Es una manera de no explotar a las nuevas generaciones". Los esquiadores del CETDI pueden entrenarse en las cinco pistas de Aramón. "Pero al estar en Jaca, vamos más a Candanchú y Astún", dice Alegre.

Los siete chavales hacen un gran esfuerzo compatibilizando los estudios con el deporte. Inda Garín y Gorka Ugalde estudian sus carreras universitarias en Madrid y San Sebastián. El resto estudia el bachillerato por la noche en el instituto Domingo Miral de Jaca y entrenan por las mañanas. "Los profesores son sensibles con estos deportistas cambiándoles las fechas de los exámenes y amoldando los estudios a los sus entrenamientos y viajes", apunta Alegre.