El Maestrazgo es un territorio salvaje de media montaña. Cabezos, barrancos, cortados, desfiladeros, pliegues, grutas, pantanos, bosques, ríos, picachos imposibles salpicados por pueblos casi abandonados... Por esta geografía agreste transitará mañana la segunda Maestrail, el denominado Gran Trail del Geoparque del Maestrazgo. Este acontecimiento se desdoblará en cuatro distancias.

El gran impulsor de esta carrera es Ángel Hernández. "Es un territorio labrado por la historia, que lucha contra la despoblación gracias al impulso de sus gentes y la puesta en valor de su realidad paisajística y cultural", explica Hernández. El Maestrail es una carrera de aventura en la que se disfruta del paisaje espectacular y de un recorrido exigente y divertido. "También es una carrera sostenible porque nuestro mayor patrimonio es nuestro entorno", indica Hernández.

Hasta ahora la mayor parte de los referentes en carreras de montaña estaban en el Pirineo. "En Teruel también tenemos zonas muy técnicas y muy divertidas. Queremos que la gente que venga aquí descubra un paisaje diferente y que tome conciencia de que hay un problema muy grande con la despoblación". El Parque Cultural del Maestrazgo es el gestor del Geoparque de esta zona. España cuenta con once geoparques. "Buscamos actividades para darnos a conocer y que nos den visibilidad. Todos los geoparques tienen su carrera por montaña y nosotros quisimos hacer lo mismo. Nuestra misión es trabajar por el desarrollo rural y la dinamización del territorio. Comenzamos la carrera el año pasado y nos fue muy bien". La prioridad de la prueba es no masificar el Maestrazgo. "Queremos ser sostenibles y respetuosos con el entorno. La carrera es una excusa para que haya un impacto positivo en la zona", indica.

La carrera larga

El Gran Trail Las Graderas, se inicia en Castellote mañana a las 7.30 horas y tiene 65 kilómetros de longitud. Termina en el Paseo de la Mina de Castellote. A la misma hora arranca el Maratón o Vuelta a Tablado, de 44 kilómetros. Hora y media más tarde se inician la Trail Sierra de los Caballos, de Molinos a Castellote y con 22,7 kilómetros, y la ruta senderista de Berge a Castellote, de 18 kilómetros. "Los recorridos son bastante técnicos. Buscamos las antiguas sendas. Hay bajadas muy difíciles y subidas largas. Visitamos lugares en los que compensa el esfuerzo con la vista", indica. Ambas pruebas son verdaderos rompepiernas. "Las dos zonas más duras son el tramo que va desde el kilómetro 9 hasta el 30. Los ascensos más largos están en Dos Torres, Ladruñán y Cuevas de Cañart", explica Hernández.

Todo el territorio que visitarán los corredores está semidespoblado. "Tras la salida, el Gran Trail pasa por el barrio pedáneo de Dos Torres, donde viven diez personas. De allí se van a Ladruñán, donde habitan tan solo 25. A continuación se llega a Cuevas de Cañart, que tiene medio centenar de lugareños. Los atletas irán por sendas que hace tiempo que no se usan, masías abandonadas y un paisaje de bancales", afirma. La prueba larga pasa por varias joyas geológicas. "Se transita cerca del Puente Natural de la Fuente Seca y las Grutas de Cristal de los Molinos y se asciende al final al castillo templario de Castellote, donde la vista es increíble. En las Cuevas de Cañart está el salto de San Juan, con pliegues y formaciones que rozan los 1.200 metros de altitud", explica.

La prueba cuenta con una ayuda de la Diputación Provincial y tendrá medio centenar de voluntarios. "Lo más complicado es la coordinación en un territorio tan amplio. Lo que más nos importa es velar por el control de todos los corredores. La prueba larga tiene ocho avituallamientos", indica. Se espera que participen en los cuatro recorridos unas 150 personas. Tras la prueba llegará la comida en el frontón de Castellote.