Desde que la magia de Stephen Curry y la pizarra de Steve Kerr condujeran a los Golden State Warriors al título de la NBA en junio, no han parado de alzarse voces añadiendo un asterisco al éxito de los californianos. La tesis es que no ganó la Liga el mejor equipo sino el más afortunado, una de las pocas plantillas que preservó sanas a sus estrellas en una campaña marcada por infinidad de lesiones, razón por la que la NBA limitará al máximo los partidos en noches seguidas. El argumento más repetido es que los Warriors hicieron suya la final ante los Cavaliers (4-2) por la ausencias de Kevin Love o Kyrie Irving.

Eso explica el porqué solo un 17% de los mánagers de las 30 franquicias ven a los Warriors capaces de repetir el título en una temporada que empieza esta próxima madrugada marcada por el fallecimiento de Flip Saunders, el técnico de los Timberwolves, de 60 años.

El favoritismo se inclina hacia los Cavaliers y hacia Lebron James, firme candidato a un quinto título de MVP. Pero el campeonato se presenta abierto, como mínimo, para seis o siete aspirantes (Golden State, Cavaliers, Bulls, Clippers, Grizzlies, Hawks, Rockets) y garantiza el protagonismo de los jugadores españoles, de los hermanos Gasol, Ricky Rubio, José Manuel Calderón, Nico Mirotic y Serge Ibaka, ya que la mayoría afrontan una etapa crucial en lo personal.

La NBA siempre concede el honor de levantar el telón de la temporada al campeón. En la bahía de Oakland, los Warriors vivirán la ceremonia de entrega de los anillos antes de medirse con los Hornets de Anthony Davis, aunque por una cuestión horaria, los Cavaliers darán el pistoletazo de salida en la pista de los Bulls.

El fichaje de la temporada es el de Lamarcus Aldridge, estrella durante nueve temporadas en Portland y que llega a los Spurs para devolverlos a la primera línea de la parrilla. La química que logre Aldridge, un ala-pívot de 30 años, capaz de promediar 21 puntos en las últimas cinco temporadas, con Duncan, Parker, Ginóbili y Leonard, dará valor a la candidatura de los texanos, que elevan su valor con David West.