En las últimas seis temporadas, el Zaragoza ha pegado un bajón considerable a nivel de resultados siempre que se ha tenido que enfrentar al mes de noviembre. En este mes concreto, los aragoneses se han visto atascados por diversas circunstancias y se han dejado varios puntos por el camino.

Los de Ranko Popovic afrontan este fatídico mes con la intención de alargar lo máximo posible la racha actual, sin haber perdido ni un solo partido en cinco jornadas y sumando once puntos de quince posibles.

Es más, el club aragonés está en un momento de la temporada en el que se puede enganchar a la zona alta de la tabla de la clasificación y superar de manera positiva este mes sería algo fundamental para lograrlo. Cinco encuentros, tres de ellos como local, que pueden dar un empujón tremebundo a los zaragocistas o seguir con sus pequeñas dudas.

Además, el equipo zaragozano contará con varias bajas importantes, a las que se sumaron las lesiones de Wilk y de Jaime hasta final del actual curso. Condiciones nada halagüeñas para superar este gafe.

Años convulsos

Hay que remontarse hasta la temporada 2008-2009, también en la categoría de plata y de la mano de Marcelino García, para encontrar el último curso en el que el Zaragoza tuvo un saldo positivo a su favor (dos victorias, un empate y una derrota). Desde entonces, los diversos planteles zaragocistas han sido incapaces de mejorar o, por lo menos igualar, tales números.

La pasada campaña, noviembre se llevó por delante a Víctor Muñoz. El entrenador aragonés sumó tres derrotas y un empate, siendo el debut de Popovic ante la Ponferradina el único triunfo mensual conseguido por el conjunto zaragocista.

Es en la temporada 2013-2014 donde el Zaragoza logra los resultados menos malos de los últimos seis cursos de la mano de Paco Herrera, con seis puntos sobre quince. Y eso que el preparador catalán estuvo a punto de ser cesado después de comenzar el mes perdiendo de forma consecutiva ante el Éibar, el Numancia y al Jaén. Las dos victorias posteriores sobre el Granada y la UD Las Palmas le otorgaron un soplo de aire fresco.

En Primera División ocurrió algo similar. En el curso 12-13, que se acabó descendiendo a Segunda con Manolo Jiménez al frente, los blanquillos apenas lograron tres puntos de doce. Eso sí, de los cuatro partidos disputados, dos de ellos fueron contra el Madrid y el Barcelona a domicilio, ganando únicamente al Deportivo en La Romareda y cayendo ante el Celta en el municipal.

En la anterior campaña, la 2011-2012, los aragoneses apenas obtuvieron un punto de los doce en juego. Entrenado por Javier Aguirre, el Zaragoza solamente empató contra el Sporting en casa y cayó frente al Atlético, el Barcelona y el Sevilla, siendo despedido el mexicano en las navidades.

En noviembre del 2010, el zaragocismo volvió a vivir un cese de un entrenador. En este caso fue el turno de José Aurelio Gay. La primera semana de noviembre consiguió su primera victoria liguera de forma in-extremis sobre el Mallorca, pero fue destituido tras perder contra el Sevilla. Llegó Aguirre, pero no enderezó el rumbo zaragocista en noviembre empatando en Getafe y perdiendo con el Villarreal (cuatro puntos de doce posibles).

En noviembre de la temporada 2009-2010, el Zaragoza no echó a Marcelino, pero le pasó factura, ya que solamente fue capaz de lograr tres puntos de doce, incluyendo la eliminación copera contra el Málaga. El 14 de diciembre fue sustituido por José Aurelio Gay tras caer contra el Athletic.