Uno está por olvidarlo. Bueno, ya lo ha olvidado y enterrado. Y el otro quiere recordarlo cada día. Si puede. Y como es el piloto más mediático de la historia, puede, sí, tiene decenas de periodistas esperando que abra la boca. Uno ha pedido a sus seguidores que pasen página y acudan a los circuitos "a pasarlo bien". El otro ha logrado que los circuitos esperen de uñas y dientes a su adversario. Uno, Marc Márquez (Honda) solo quiere que empiece el campeonato para medirse con los demás y tratar de recuperar el trono perdido y el otro, Valentino Rossi (Yamaha), quiere que arranque el circo para empezar a cumplir su vendetta.

El Doctor siempre ha sido un maestro a la hora de planificar sus estrategias. Cuando solo falta una semana para que arranque el Mundial, en Catar (20 de marzo), Rossi ha aparecido en dos importantes publicaciones italianas, La Gazzetta dello Sport y la revista Moto Sprint, para dejar claro que ha roto "totalmente" relaciones con Márquez, al que culpa de sus males. "Realmente me ha traicionado y ya nada volverá a ser igual entre nosotros dos. Dijo que era un fan mío y que tenía pósters míos en su habitación. Todo mentira. Casi le creí. En Assen me di cuenta de que solo era mi amigo cuando me vencía", aseguró.