Cada día está el Real Zaragoza más cerca del ascenso directo, de las posiciones que le exige su historia, las que le tienen que devolverle a su lugar natural en el fútbol español. La realidad que hace unas semanas parecía un imposible se acerca conforme el equipo crece en fútbol y resultados, una circunstancia que está generando un clima de ilusión en el entorno. Euforia, se dice. Incluso los futbolistas hablan sin tapujos del ascenso. El entrenador, explica, comprende y respeta. Comparte también. "Cada uno es libre de pensar lo que quiera, no voy a juzgar nunca el ambiente que hay fuera. En cuanto a los jugadores, no tengo nada que frenar. Si seguimos en esta línea, vamos a ser merecedores de estar ahí arriba".

De momento, el Zaragoza ha cumplido su primer objetivo, que era entrar entre los seis primeros, una posición que ahora debe aprender a sobrellevar. Dijo hace unos días Carreras que estar ahí también supone un desgaste, se supone que por el temor a perder el presunto premio final. Matizó ayer el técnico: "Desgasta el hecho de estar arriba, pero no lo decía por nosotros sino por los otros equipos. Al Barcelona, por ejemplo, no le desgasta, pero a los que están ahí arriba y pierden o pasan una mala racha, sí. Nosotros estamos ahora en playoff y seguimos dependiendo de nosotros. No ha cambiado el objetivo, el equipo ha seguido entrenando bien. Debemos seguir en esta línea". Llega, además, con la energía de la última victoria, en el descuento. "Es un refuerzo anímico, pero únicamente dura dos o tres horas. No puedes pensar en ganar así en Tenerife. Es un subidón del momento, no sirve para preparar la semana".

SENSACIONES MUY BUENAS

El Zaragoza, no obstante, necesita seguir sumando, sobre todo victorias, aunque sean agónicas. "La confianza que me ha generado el equipo estos días, las ganas con las que ha entrenado, me tranquiliza. Aunque no hay que dejar de lado que vamos a un campo difícil para jugar contra un equipo difícil que lleva una buena racha, que está adquiriendo conceptos claros del entrenador, un equipo que le gusta el balón, que juega. Será un partido importante, pero a día de hoy las sensaciones son muy buenas", indicó el técnico, que admite que su equipo ha tenido dificultades en los comienzos de algunos encuentros. "Fuera de casa quizá entramos mejor en los partidos. Empezamos muy bien en Pamplona y en Vitoria, y excelente en Córdoba. El escenario es diferente, pero en la primera jugada de los partidos ya se debe notar el equipo que va a por el partido, e ir a por el partido no es solo correr hacia delante".

Una semana más, Carreras mantiene el enigma sobre quiénes serán los hombres que ocuparán las bandas. Pedro fue el último en empezar desde el banquillo, lugar que ya conocían Manu Lanzarote e Hinestroza. El colombiano parte esta vez como favorito para jugar. Se sabe que, de momento, no caben los tres. "Existe una posibilidad de juntarlos, pero habría que cambiar el dibujo y jugar con dos mediocentros. No es que no me guste, pero con los fichajes que hemos hecho el equipo está confeccionado para jugar con el 4-3-3 o el 4-1-4-1. En determinados momentos del partido puede suceder. Lo que necesitaríamos ahí es abrir muchísimo el campo y jugar, jugar y jugar al fútbol".

En cualquier caso, la idea inicial es plantear el partido para tener el control con el balón. El técnico, no obstante, precisa: "Hay que saber trabajar sin balón también, a veces darle el balón al contrario cuando no se siente cómodo. El equipo interpreta bien muchos de los registros que requiere el partido, y eso no quiere decir que se cambie el sistema". Es decir, que sabe adaptarse, como lo hará en Tenerife. "Es probable que repita el equipo que ganó en Leganés, con un 4-2-3-1. En casa suele jugar un 4-4-2. Veremos si sacrifica a alguien. Estamos preparados para que salga con cualquiera de los sistemas. La elección de nuestros jugadores no variará".