La policía francesa lanzó gases lacrimógenos para dispersar a decenas de personas que trataron de entrar en la fan zone instalada al pie de la Torre Eiffel para ver la final de la Eurocopa entre Francia y Portugal y evitar así el hacinamiento. La zona, donde se han visto los partidos en pantallas gigantes al aire libre, se cerró después de alcanzar su capacidad máxima de 90.000 personas alrededor de las siete de la tarde. Durante la segunda mitad del partido, la policía utilizó cañones de agua para evitar que la gente tratara de entrar de nuevo mientras los bomberos apagaban el fuego que habían provocado algunos exaltados que hasta incendiaron alguna motocicleta. Por otra parte, una gran cantidad de polillas, invitadas inesperadas a la final de la Eurocopa que disputarán Portugal y Francia, hicieron acto de presencia en los prolegómenos del choque y molestaron a los componentes de ambas selecciones y al cuerpo arbitral que salieron al césped del Estadio de Francia para hacer su primeras tomas de contacto con el estadio.