Pablo Abián comenzó a jugar con seis años en su Calatayud natal y destacó en todas las categorías inferiores, ganando nueve títulos nacionales individuales. A los 18 años se trasladó a la Residencia Blume de Madrid para realizar los entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento. Dentro de pocos días comienza sus terceros Juegos Olímpicos y ya sueña con los cuartos. Tendrá 35 años. "De momento no he pensado en la retirada. Tras Río seguiré compitiendo a alto nivel y pensando en Tokio en el 2020. Las lesiones me han respetado y me encuentro muy bien. Depende de cada jugador, pero hasta los 35 años se puede seguir jugando al más alto nivel", dice el mejor jugador de bádminton español.