Marc Márquez (Honda), líder del Mundial de MotoGP, tricampeón del mundo más joven de la historia de la categoría reina y el muchacho que, a los 24 años, quiere conquistar su cuarto título grande en cinco temporadas, no deja ni las migas en los banquetes que se prepara en los circuitos del Mundial. El ‘nen de Cervera’, que ha estado mandón desde su llegada a Silverstone, ha conseguido hoy su ‘pole position’ nº 71 (seis más que Jorge Lorenzo y siete más que Valentino Rossi), en una bárbara demostración de arrojo, determinación y carácter, sobre una pista horrible, repleta de baches y donde, incluso los campeonísimos, los ‘magníficos’, todos, corren peligro de hacerse daño.

Márquez (Honda, 1.59.941 minutos), que compartirá la primera fila con un decidido Rossi (Yamaha, a 0.084 segundos del catalán) y el británico Cal Crutchlow (Honda, a 0.165 segundos del ‘poleman’), ha hecho equilibrios y juegos de manos, pies, muslos, caderas y culo sobre la moto para aguantarse, ya que cada 100 metros hay un bache mortal, esos que convirtieron a Dani Pedrosa, dado su peso, en una pluma, incapaz de controlar su Honda cuando salta. Tras los primeros, arrancarán Maverick Viñales (Yamaha), Lorenzo (Ducati), Andrea Dovizioso (Ducati) y el propio Pedrosa (Honda).

UNA NUEVA PROEZA A 300 KILÓMETROS POR HORA

“No creía, la verdad, que bajaría de los dos minutos, me pareció imposible, dado el mla estado de la pista, cuando un aficionado, el pasado jueves, en la subasta de nuestra ONG, me sugirió que lo iba a conseguir. Le dije, no, no, no creo”, comentó Márquez en el ‘corralito’ de Silverstone. “Esta mañana he visto que el aire fresquito le sentaba muy bien al motor y que la pista no estaba fría y he pesado, inténtalo. Lo he conseguido, pero ya habéis visto cómo se mueve la moto pero, bueno, nos hemos podido sostener en pie en las vueltas decisivas”.

Rossi, segundo, está feliz por haberse metido en primera línea “vital en todo gran premio y, sobre todo, fundamental, cuando no tiene la moto tan a punto como tus rivales”. El’Doctor’, que mañana por la mañana tratará de afinar aún más su Yamaha, cree que no tiene ritmo de carrera, pero se siente feliz de arrancar desde delante. “Voy a sufrir con el paso de la vueltas, pero espero que los demás sufran tanto como yo”, añadió el campeonísimo italiano.