Zaragoza en Común emitió ayer un comunicado en el que responde a la Fundación Zaragoza 2032. En la carta remitida a los medios de comunicación y que ayer subió el club a su web, los patronos explican sobre La Romareda que «era un punto básico de nuestro proyecto, para captar ingresos por nuevas actividades. Por ejemplo, acoger finales de Copa, con ventaja para el club y la ciudad. Se negoció, y se obtuvo, un potente patrocinio que adelantaba cinco años de pago: así podía reducirse drásticamente la deuda y, por ende, invertir en el equipo, con la mente puesta en el soñado y necesario ascenso, pues solo en Primera División puede sobrevivir el club sin agonías. El ayuntamiento presidido por el alcalde Belloch entendió el planteamiento y 29 de 31 concejales lo aprobaron en plenario. El cambio de gobierno municipal ha aniquilado esta solución; y, acto seguido, otra más, presentada por un solvente grupo hospitalario».

Así, para el gobierno municipal, «a un mes de las elecciones municipales del 2015, PSOE, PP y CHA aprobaron dicha operación que hipotecaba para 75 años la acción del siguiente gobierno sin mediar debate alguno». Por ello paralizaron dicha operación «que hubiera significado que con dinero público se tratase de solucionar el fracaso deportivo y de gestión generado en la época de Agapito y que, 5 años después, no ha sabido solucionar la Fundación 2032». Además, lamentan que «la reforma del estadio a la que se vinculaba la cesión la tenía que asumir íntegramente el erario municipal», por lo que los ingresos iban a ir destinados a las arcas de los propietarios mientras que el coste iba a ser asumido por el dinero público, explica ZeC.

Aún así, el gobierno municipal trasladó al Real Zaragoza la necesidad de que «el propio club sufragase parte de la reforma». Además, subrayan que los patronos no se implicaron en las reformas urgentes que se acometieron en La Romareda en la cubierta de la grada general, las torres de iluminación y en la esquina sureste y que esas actuaciones urgentes fueron sufragadas por el ayuntamiento en solitario. En suma, ZeC afirma que el interés del grupo hospitalario no fue una opción real porque la cifra máxima que estaba dispuesto a aportar no se acercaba al mínimo necesario para la reforma.

«La solución para la reforma de La Romareda pasa por la búsqueda de una empresa que financie una parte importante de la reforma a través de una operación de naming y que el Ayuntamiento, a través de la venta de la parcela de terciario anexa, adelantase el resto, pagando el Real Zaragoza un canon anual que permita recuperar al Ayuntamiento el coste de la reforma de manera que la reforma no costase un céntimo a las arcas municipales», prosigue el comunicado. Una vez recuperada la máxima categoría, un negocio tan lucrativo como el fútbol profesional debería ser capaz de generar los ingresos suficientes para hacerse cargo del coste de las instalaciones», añade. Para ello, según ZeC, es necesario que «la Fundación 2032 sea capaz de articular un proyecto deportivo serio capaz de ascender».