Elisa Cortés y Alicia Leyva son el ejemplo más claro de atletas de club. Se encuentran en gran forma como demostraron en el segundo encuentro de Liga en Basauri copando las dos primeras plazas de los 400 vallas. Además son jóvenes, aragonesas, una referencia para la cantera en el Scorpio y unas asiduas de las finales en los Nacionales absolutos.

Pero esta tarde no formarán parte del equipo titular del Simply Scorpio que disputa la final del Nacional de División de Honor en Castellón. De las 18 pruebas individuales tan solo cuatro las coparán atletas aragoneses. Son Patricia Heredia, Bianca Acosta, Erika Torner e Isabel Linares.

Raquel Fraguas, la capitana del equipo femenina, pensó fríamente con la cabeza más que con el corazón y el sentimiento. Fraguas, otro símbolo del Scorpio, tiró de ránking y el 400 vallas lo disputará la soriana Carmen Romero, con mejor marca en las vallas bajas con 1.00.19. Leyva no será titular. Al menos Cortés se consuela corriendo el relevo largo. Pero se lo toman con deportividad las pupilas de Adrián Royo.

Cortés estudia un máster de Educación, es un producto genuino del Scorpio y Leyva, que prepara Empresariales, llegó el año pasado desde la Zoiti. «Me gusta mucho como corre Alicia. Es muy competitiva y ambiciosa. Tiene una última recta muy buena y siempre lucha en la carrera. Aunque le fallan a veces los nervios y se le nota en la cara. Eso le hace salir más lento», dice Cortés. A la oscense le encanta de su amiga que «es muy competitiva y tiene muy buen 400 lisos. Pero le falla la última valla».

Son conscientes de que esta puede ser la mejor temporada de sus vidas. «Lo tengo claro. Físicamente me encuentro mejor. Solo queda esperar que salga la marca», indica Leyva. El objetivo de Cortés es «bajar del minuto. En el Nacional absoluto sueño con una medalla». Cortés tiene 1.00.12 en 2015 y Leyva ha corrido esta primavera en 1.01.21. El récord de Aragón está muy lejos. Es de Esther Lahoz con 57.40. «Es inaccesible. Habría que correr en 53 segundos los 400 metros lisos y pasar las vallas perfectas. Lo que no es mi caso», concluye de forma irónica Cortés.