LA OPINIÓN DE SERGIO PÉREZ

Borja, Natxo, Eguaras y las dos plantillas mellizas

Borja, Natxo, Eguaras y las dos plantillas mellizas

Borja, Natxo, Eguaras y las dos plantillas mellizas

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Salvo cambios que fueron muy específicos, con algún jugador como Igbekeme que ocupa rol principal y que llegó en lugar de Febas, que no tenía esa ascendencia grupal, o el de Álex Muñoz por Mikel González, juventud por veteranía, el Real Zaragoza tiene prácticamente la misma plantilla que la temporada pasada, casi fotocopiada, pero con tres importantísimos puntos de fricción: el entrenador, el delantero centro y el estado físico y de forma de Eguaras.

La extraordinaria segunda vuelta de la última campaña, que culminó con un tercer puesto, 71 puntos en el casillero final y la frustrante derrota posterior ante el Numancia en el playoff, se cimentó sobre una profunda convicción del grupo, en una espectacular corriente de energía individual y colectiva, en un plan táctico que cohesionó el modelo y en cuatro pilares futbolísticos: las maravillosas paradas de Cristian Álvarez, que ocultaron las debilidades defensivas, que las hubo, el control de la escena y del tempo de los partidos de Eguaras, los 22 goles y el fabuloso trabajo a todo campo de Borja Iglesias y la figura del entrenador, que consiguió hacer un gran equipo a pesar de que su manera de salir fue muy decepcionante.

Hasta ahora, con la misma idea de juego y, nombre por nombre, una plantilla similar, el Real Zaragoza no ha funcionado y el inicio de Liga ha sido decepcionante. En realidad, aunque parezca gemela, la plantilla es acaso solo melliza por razones de rendimiento. Salvo Cristian, están fallando los pilares sobre las que se sustentó el año pasado. Imanol Idiakez no consiguió alcanzar el nivel de Natxo González, la suma de Alvaro Vázquez y Marc Gual no ha dado todavía como resultado Borja Iglesias y Eguaras no es aún ni la sombra de sí mismo.

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