En Doha se celebra el Campeonato del Mundo de atletismo. Y en Chodes se corrió ayer el Mundial del Pollo. Los corredores hicieron un duro esfuerzo sobre 120 vueltas en una plaza circular con una cuerda de 90 metros. Fueron más de diez kilómetros con el cuerpo girado permanentemente a la izquierda esquiando bordillos, las ramas de los árboles y teniendo que sortear atletas doblados.

No faltaron a la cita los marroquís Said Aitaddi, Abderrahim El Jafaari, Redouan Benharafa, el soriano Enrique Fernández y el maratoniano zaragozano José Antonio Casajús. Chodes, una pequeña localidad vecina de Morata de Jalón, cierra la temporada pollera que se inicia en el campo de fútbol de Castejón de Monegros a mediados de julio. Es el acto más importante de las fiestas en honor de San Miguel.

El escenario en el que se celebra Chodes lo convierte en un lugar único en el mundo. Su bellísima plaza neoclásica embutida en medio de la carretera entre Morata y Arándiga. No hay nada parecido en el calendario donde las carreras invadidas por los runners han perdido toda su identidad.

Chodes es la reina de las carreras pedestres en la provincia de Zaragoza. En Teruel se lleva la palma la plaza de toros de Calanda y nos transportamos casi a la prehistoria cuando vamos a la corrida de Alcolea de Cinca. Allí los fondistas compiten en la era de Monte debajo de las ripas junto al Cinca.

Son casi piezas de museo que con el paso del tiempo se pueden perder y que es importante conservar y preservar. «Las corridas al estilo del país son Patrimonio Inmaterial de Aragón y hay que preservarlas. Las instituciones tienen esa obligación», indica el investigador y escritor aragonés Celedonio García. «Son intrínsecas a Aragón por su larga historia de siglos, las tradiciones, rituales y cultura que han generado a su alrededor. Además, son el antecedente directo del deporte moderno y sirvieron para impulsar el atletismo en Aragón», apunta-.

En el siglo XVI ya había corridas en Aragón. «Durante el siglo XIX y comienzos del XX se celebran corridas de pollos en casi todas las fiestas patronales, de Cofradía y de los barrios de pueblos y ciudades aragonesas», indica el excorredor oscense.

Chodes transcurre paralelo a la historia del fondo español. En las 120 vueltas dejaron su sudor leyendas como Mariano Haro, Santiago de la Parte, Jordi García, Pedro Sierra, Antonio Prieto, Constantino Esparcia, Javier Cortés o Abel Antón y consumados polleros como Luis Javier Alonso, Amado Hernández, José Pallarés, Juan Ramón Muñoz, José Antonio Casajús, Benito Ojeda, Redouan Benharafa o Fernando Díaz.

En la era de Monte corrieron este año una veintena de fondistas, la mayoría de ellos vinculados al Hinaco Monzón. Allí lucharon 60 vueltas a un recorrido elíptico de 80 metros de cuerda llena de arena blanda. Los mejores fueron los montisonenses Armando García y Nuria Sierra.

Fue allí, a la orilla del Cinca, donde vivió un mito llamado Antonio Luna. «Siempre corría al mismo ritmo y estaba dotado de una gran resistencia. Su padre fue en una ocasión hasta Fraga y volvió; a continuación fue a Berbegal, regresando al atardecer y realizando el recorrido de sol a sol. Competía contra un caballo hasta Castelflorite y siempre le ganaba», afirma García.

La joya turolense es la plaza de toros de Calanda. También allí se corre en círculo. «La carrera masculina es muy corta, sobre 40 vueltas. El escenario no permite un número elevado de corredores. Llegan atraídos por los sabrosos premios. También se organizan carreras por edades». Este año ganaron dos atletas de alcurnia, Said Aitaddi y una consumada pollera, Isabel Linares.