Tanta aprensión causan en el aficionado barcelonista los problemas de salud de Leo Messi que hasta el menor síntoma de recuperación del rosarino es celebrado como un título. La hinchada ya no solo quiere saber si el capitán figura en la lista de jugadores convocados para el próximo partido sino que está pendiente de cuánto tiempo pasa en el gimnasio, de si completa al menos una parte del entrenamiento junto a sus compañeros y de qué gestos hace durante la preparación. Por eso ayer pudo escucharse un respiro de alivio y satisfacción entre la culerada: después de pasar toda la semana pasada en la enfermería por culpa de una elongación en el aductor de la pierna izquierda, Messi pudo saltar al campo de entrenamiento Tito Vilanova junto al resto de los jugadores disponibles de la primera plantilla y seis futbolistas del Barça B.

Y no solo Messi. También Ousmane Dembélé, que causó baja en el partido del sábado frente al Getafe por una sobrecarga en los isquiotibiales de la pierna izquierda, compartió sesión con el equipo. Ambos jugadores hicieron solo una parte del entrenamiento (aproximadamente una hora) y continuaron después con sus respectivos trabajos específicos de recuperación, pero todo hace pensar que si hoy pueden completar la sesión con normalidad (el Barça se entrena a partir de las cinco y media de la tarde) entrarán en la convocatoria de Ernesto Valverde para el encuentro de Champions que enfrentará al cuadro azulgrana con el Inter de Milán el miércoles en el Camp Nou (21 horas).

La presencia de al menos uno de ellos en la lista aliviaría algo los problemas que está teniendo Valverde para componer la línea de delanteros desde que empezó la temporada. De los cuatro atacantes que quedaron en la plantilla tras la marcha de Malcom, Coutinho y el comodín Rafinha, solo Antoine Griezmann, aparentemente inmune a las lesiones, ha podido participar en los ocho partidos disputados hasta ahora. Ello ha obligado al técnico a recurrir de manera habitual a un jugador con ficha del filial, Carles Pérez, y al juvenil Ansu Fati, que en esta ocasión tampoco podrá echar una mano por culpa de unas molestias en el tendón rotuliano de la pierna izquierda (el canterano, que ya se perdió el duelo de Getafe, tampoco participó en el entrenamiento de ayer).

ÚLTIMOS MINUTOS

Aunque entren finalmente en la convocatoria, Messi y Dembélé tienen a priori pocas posibilidades de formar parte del once inicial. La extrema precaución con la que el cuerpo técnico quiere abordar los problemas físicos del argentino, los precedentes de recaídas del francés y la inminencia del choque con el Real Madrid (el 26 de octubre) sugieren que no se correrán riesgos y que el eventual concurso de Messi (o de Dembélé) quedará reservado para los últimos 20 o 30 minutos si el partido así lo requiere.

Por esa razón, la opción más probable es que Valverde disponga de entrada el mismo trío de ataque que ya utilizó el sábado ante el Getafe, formado por Griezmann, Luis Suárez (que necesita imperiosamente empezar a revertir sus malos registros en la Champions en los últimos años) y Carles Pérez, que haría su debut en la máxima competición continental. Se quedarán con seguridad fuera del equipo Jordi Alba, que debería estar ya en la recta final de la recuperación de la lesión del bíceps femoral de la pierna izquierda que sufrió hace dos semanas en el partido con el Borussia Dortmund, y Samuel Umtiti, convaleciente de una fisura en el segundo metatarsiano del pie derecho y cuya vuelta está prevista para la última semana de octubre, si se cumplen los plazos.