Con alegría pero también con tranquilidad, con satisfacción y al mismo tiempo con moderación, el Huesca vivió la celebración más extraordinaria de su historia. Así también compareció uno de los artífices del éxito, Míchel Sánchez, para explicar que no hay otro éxito que el trabajo y repetir una y mil veces la tranquilidad con la que han trabajado y el orgullo que siente de la plantilla con la que ha conseguido el ascenso. «El 8 de julio cuando llegamos cuatro chicos de Madrid nos encontramos una familia y hemos remado todos juntos. No hemos hecho mucho caso de las situaciones de fuera, dentro siempre hemos tenido unión, hemos trabajado, tenemos grandes profesionales remando juntos por el bien del Huesca. Tenemos una plantilla excepcional», aseguró rotundo.

El madrileño no quiso olvidarse de su cuerpo técnico, ni hubiera podido, porque todos sus ayudantes, médicos, fisios, utilleros, le acompañaron en la sala de prensa. «Tengo un cuerpo técnico espectacular, la gente que ya estaba en el club es impresionante y tengo una gran plantilla con la que se ha podido trabajar día a día. Esto va mucho más allá de las victorias y de las derrotas, me han dado rendimiento todos los días del año. Estoy muy orgulloso de ellos”, insistió, poniendo todo el mérito en sus jugadores. “Como entrenador no he ganado nunca un partido de fútbol, los ganan ls jugadores. Nosotros solo acompañamos, pero acompañamos bien», indicó.

El orgullo iba más allá del resultado final, de ese ascenso histórico que devuelve a Huesca a la élite solo un año después de haberla dejado. «Hemos hecho un año espectacular, con una idea de juego que hemos llevado hasta el final. Hoy ha sido la primera parte que más hemos llegado a puerta, que más hemos tirado, y en la segunda hemos seguido igual. Qué más puedo decir, que estoy muy orgulloso de todos y que el Huesca está en Primera».

El técnico, además, destacó la dificultad. «Subir es muy difícil y después de bajar, es aún más difícil y este equipo lo ha conseguido con 22 fichajes nuevos, con 7 fichas profesionales el 8 de julio. Pero la gente que se ha ido incorporando la hemos ido metiendo poco a poco en el equipo. Todos han sumado muchísimo, es un espectáculo entrenar con ellos y todas las dificultades que ha habido las hemos superado juntos. Estoy muy feliz por toda la gente que me rodea y por los jugadores».

El técnico estaba también especialmente orgulloso del último partido, «espectacular, quizá de los mejores del año en el momento más difícil y más necesario», aseguró. Pero también lo estaba porque considera que sus jugadores han desarrollado su idea de juego desde el principio hasta el final. «El equipo siempre ha dado la talla. En cuanto a actitud, ganas, ilusión, idea de juego, buscar la portería contraria, querer ser protagonistas. Nosotros sí que no hemos reblado nunca. Este cuerpo técnico y jugadores no han reblado nunca». Ahora hay otro reto por delante, el de la permanencia. «Les dije a los jugadores que subir era un hecho histórico, algunos ya lo han hecho, pero que mantenerlo no lo ha conseguido nadie. Hay un reto por delante muy bonito. Tanto el Huesca como yo estamos creciendo y por eso estoy bien aquí», dijo el técnico, recordando, como todos los jugadores, a los aficionados que había que celebrarlo con moderación.