En el baúl de recuerdos de la pandemia no quedarán muchas historias con final feliz. Sí las de los muchos que lucharon por no abandonar sus sueños. Es el caso del futbolista aragonés Rubén Díez (Zaragoza, 1993), para todos conocido como Jamelli, que el pasado domingo entró en la Segunda División por la puerta grande. La victoria del Castellón (1-0) sobre el Cornellá le coloca junto al Logroñés, Cartagena y Sabadell como nuevo equipos de la Liga Smartbank.

«Vivirlo desde dentro es algo increíble, no puedo decir otra cosa. Nos estábamos jugando un ascenso y la tensión que había era enorme. Estuvimos muy bien y supimos manejar la presión que recaía sobre nosotros como favoritos», afirma el futbolista zaragozano.

El conjunto de la comunidad valenciana regresa a la categoría de plata después de un periplo por la regional levantina. Un descenso a la Tercera División, una salvación histórica y ahora, un ascenso que le pone de nuevo en el foco del fútbol profesional. «El Castellón es un club histórico, un club muy grande, que ha pasado una mala época. Este año no entrábamos en las quinielas y hemos hecho la machada, un ascenso que la ciudad y la provincia ansiaba. Estar de nuevo entre los grandes es para disfrutar, al final son 14.000 socios pero el Castellón va mucho más allá. Mueve a todos los pueblos de alrededor y es una auténtica locura», asegura el mediocentro.

Con 26 años y una trayectoria tenaz a sus espaldas, el aragonés da el salto al segundo escalafón del fútbol nacional. Almudévar, Ebro, Deportivo Aragón, Tarazona y Teruel han disfrutado de su fútbol y le han forjado como deportista para llegar hasta este punto. «Desde pequeño, cuando empiezas a jugar, tu ilusión es esa, intentar vivir de lo que a ti te gusta. En mi caso siempre ha sido el fútbol. A nivel personal y deportivo es imposible estar más contento», celebra el aragonés.

Nadie le ha regalado nada. Todo ha sido fruto del tesón y el esfuerzo por un deporte que le ha conducido por los pasillos de este mundo y le ha llevado a vivir una de las temporadas más atípicas de la historia. «A la vez que extraña, ha sido la mejor a nivel personal. Cuando ya no lo esperaba, tuve la llamada del Castellón para dar un paso importante en mi carrera. A nivel personal ha sido espectacular y ni en mis mejores sueños me podía imaginar el hacer la temporada que hemos hecho, tanto grupal como individualmente», asiente Jamelli.

Líderes de la clasificación, fijo en las alineaciones de Óscar Cano y seis tantos en su haber, llegó el parón competitivo en el momento en el que todo se decide. «Lo vivimos con mucha incertidumbre, es difícil estar en casa sin poder entrenar y alejado de la familia», recuerda el centrocampista, que supo cuando se decretaron los playoffs que esta oportunidad no se podía escapar. «Tenían su lado positivo y negativo. Perder a tu afición, que en nuestro caso es la mejor de Segunda B, pero jugarlo todo en una semana. Concentrar al equipo y hacer más piña, creo que nos ha venido mejor. Ya éramos una familia y con esto lo hemos terminado de reforzar», valora.

La victoria ante el Cornellá brindó la recompensa a un grupo de jugadores que lo han dado todo estos doce meses. «Imagino que tampoco habrá muchas vacaciones porque las fechas de inicio de Primera y Segunda están ya fijadas», comenta Jamelli, aunque no le importa, disfruta de una profesión que le ha cautivado. «Bendito trabajo, es lo que me mueve en el día a día y ahora más. Ahora que he podido dar ese salto de calidad y estar en el ojo de tanta gente, bendito problema sin descanso», concluye el zaragozano.