Mucha gente apela a un concepto algo etéreo e incluso con ciertos tintes aleatorios como es la magia de Twitter. Muchas veces no se sabe muy bien por qué algo se hace viral, una petición llega a miles y miles de personas y la ayuda comienza a formar una cadena casi infinita que termina con un final feliz. Adrián Oiz pensó que explicando en un hilo su situación y la de un grupo de ocho chicos y chicas con discapacidad podía ayudarles y, a la vez, ser ayudado. Y funcionó.

Adrián, en su cuenta personal, contó que el pasado martes conoció y entrenó por primera vez a estos jóvenes, que pertenecen a la Fundación Ser Más, que se dedica a la inclusión de personas con discapacidad a través de actividades tales como el deporte, el arte o la cultura. La responsable de la actividad es Belén Rodrigo y junto a ella y Adrián están Dani Briones y Alberto Mallén.

Antes de la pandemia tenían un lugar fijo de entrenamiento, en concreto en un instituto, pero ahora, por las restricciones, se encontraban entrenando en la zona de la Expo, en plena calle y a oscuras. «Tú y yo podemos entrenar en la calle sin problema, pero hay gente que tiene más dificultades», recordó Adrián en su hilo, que también habló de las trampas, de la coordinación personal y, en definitiva, que hacer ejercicio de esa manera no es seguro.

«En definitiva, estos ocho chicos y chicas necesitan urgentemente poder hacer deporte con seguridad, la actividad física es vital para su crecimiento y salud, mucho más que para ti o para mí. Necesitamos un espacio, un trozo de campo de fútbol o una pista abierta por la zona de la Expo. No pedimos que nos dejen ni todo el tiempo ni dos días, lo que puedan lo agradeceríamos muchísimo», agregó.

Y la llamada hacia el universo de las redes sociales fue correspondida de inmediato. Tres entidades, que fueron El Gancho, el FSF César Augusta y el Balsas Picarral, se pusieron en contacto con Adrián para ver qué posibilidades había y, finalmente, por motivos de comodidad, cercanía y operatividad, la Fundación Ser Más y El Gancho han llegado a un acuerdo de colaboración totalmente altruista y que habla muy bien del club zaragozano. «Jorge Pérez y Daniel Orte contactaron y nos ayudan. Nos dejan espacio y material a cambio simplemente de buenas palabras», explica Oiz.

Sin embargo, «estamos igualmente agradecidos al César Augusta y al Balsas Picarral», que también quisieron ayudar. El club de fútbol sala ofreció dejar un espacio, pero era más complicado cuadrar horarios, y además también a pagar incluso una pista. Y el Balsas también puso a disposición un espacio en sus instalaciones, pero quedan más lejos que la zona de la Expo.

Y este jueves fue el primer entrenamiento de este grupo con Adrián en un entorno seguro, acotado, llano, sobre césped y con luz, algo que era casi un lujo hasta hace nada. «Hacemos multideporte, pero se hace más fútbol porque tiene más salida en cuanto a amistosos y liguillas. Trabajamos aspectos como la psicomotricidad, la movilidad y la condición física y ahora tendremos más posibilidades», finalizó Oiz.