El camino a los Juegos, aplazados a este verano por la pandemia, es más complicado y con más obstáculos que en anteriores citas olímpicas. El covid lo ha enredado todo, con confinamientos, restricciones en los viajes, competiciones suspendidas y en muchos casos con deportistas que aún no saben si están clasificados con un año de retraso. Cuatro responsables de federaciones olímpicas (triatlón, hockey, vela y halterofilia) conversan con EL PERIÓDICO y explican cómo conviven con la nueva normalidad provocada por el covid-19.

"Lo primero que hicimos fue intentar que nuestros deportistas estuvieran centrados y tranquilos". Habla José Hidalgo, presidente de la Federación Española de Triatlón. "Y que no perdieran la perspectiva de adonde tenían que llegar. Durante el confinamiento les entregamos material para que pudieran entrenar en casa, como cintas para correr, y que estuvieran constantemente informados de las novedades que se iban produciendo".

Triatletas olímpicos y con opción a medalla como el mallorquín Mario Mola no compitieron hasta noviembre precisamente cuando se organizaron los triatlones de Barcelona y Valencia. "El problema del triatlón es que la mayoría de pruebas son populares y con las restricciones se habían tenido que hacer mucho más restringidas y sobre todo encapsuladas con muchísimas más tandas de salida que antes de la pandemia. Y ello ha provocado también que los organizadores de este tipo de pruebas hayan visto disminuidos los ingresos entre un 40 y un 50% menos, a la vez que se ha tenido que aumentar el presupuesto por las medidas sanitarios".

El calendario internacional empieza en dos meses. "Al margen de la preparación --añade Hidalgo-- hay que adaptarse a los protocolos de salud de cada país. La pandemia ha servido además para que los patrocinadores hayan cambiado los criterios a la hora de hacer publicidad. Ahora buscan que el triatleta envíe un mensaje social vinculado a su marca". En Tokio, el triatlón español espera contar con cinco participantes, tres hombres y dos mujeres.

Concienciar a los más jóvenes

"Los tests a los deportistas no son muy caros, pero hay que gastar más dinero", advierte Santiago Deó, presidente de la Federación Española de Hockey. "Con la pandemia, además, hemos tenido que concienciar a nuestros jugadores porque son jóvenes y a ellas y ellos también les gusta salir. Saben que no pueden cometer imprudencias de aquí a los Juegos, con opción de medallas masculina y sobre todo femenina. Los patrocinadores quieren que los jugadores manden ahora mensajes de solidaridad y digan a la gente que la pandemia no es una broma. Por fortuna, no hemos perdido marcas comerciales que nos apoyan. A nivel internacional, ahora, estamos recuperando competiciones que tuvieron que aplazarse en 2020".

El caso de la vela

La vela tiene la fortuna de que se disputa en un espacio natural y sin contacto físico entre embarcaciones lo que evita que haya contagios entre navegantes rivales. "Lo habitual desde que terminó el confinamiento y comenzó la competición ha sido cambiar una regata por otra y estar pendiente de las variaciones en las fechas. Pero nos hemos podido adaptar", explica Julia Casanueva, presidente de la comisión gestora de la Federación Española de Vela. "Los patrocinadores piden a nuestros regatistas que ahora se impliquen en el medio natural y lancen mensajes de solidaridad. Nosotros no hemos perdido patrocinadores, pero, la verdad, al ser un deporte minoritario y no muy mediático, tampoco teníamos muchos". El equipo olímpico, unas 16 personas, pasó el confinamiento en las instalaciones que la federación tiene en Santander. "Al menos, ahora, las plataformas televisivas nos pueden dar más visibilidad gracias a los drones", que serán esenciales en las retransmisiones de las regatas durante los Juegos de Tokio.

La situación de la halterofilia es más dramática. Por ejemplo, Lydia Valentín, una de las grandes figuras del deporte español, lleva más de un año sin competir. "Ella ha decidido no ir a competiciones menores porque ha preferido descansar. Es una deportista veterana (36 años y tres medallas olímpicas) y sabe que enseguida entra en forma por lo que no ha querido machacar sus articulaciones, descansar y entrenar", explica Juan Lama, secretario general de la Federación Española de Halterofilia.

El gran problema es que con un año de retraso todavía no hay nadie, ni Lydia Valentín, clasificados para los Juegos. "Todo se suspendió y ahora debemos jugarnos el acceso para Tokio en el Campeonato Europeo que se celebra en Moscú. Es un torneo oro, donde se dan los máximos puntos, pero hasta el 15 de mayo no sabremos quién se clasifica para unos Juegos que deberían haberse celebrado el año pasado".